Hipócritas

A veces escribo post, borradores, que olvido y que acaban desapareciendo. Este es uno que escribí hace unas 3 semanas y que empezaba a llevar ese camino. Viendo hoy algo del Salvados de Jordi Évole, en el que se habla de como se trabaja extrayendo minerales en el Congo a precio de risa que luego pagaremos a precio de oro una vez se use en nuestros aparatos tecnológicos, lo re recordado. Aquí os lo dejo.

He oído estos días en la radio que se ha publicado un informe en la BBC, creo recordar, en el que se denuncia que se ha visto como fábricas textiles en Turquia “reclutaban” mano de obra en plazas y calles públicas de la ciudad, principalmente refugiados sirios y muchos de ellos menores, para las fábricas de ropa. Ropa que luego viene a parar a nuestro llamado primer mundo. Factorías que suministran de ropa barata a cadenas como Mark & Spencer, Zara, Mango y cualquier otra que os podáis imaginar. Cadenas que desde hace mucho tiempo está denunciado que se llevan la fabricación de ropa a estos países porque les resulta muchísimo más barato fabricar allí. Países como Turquía, India, China, Marruecos… donde la mano de obra no es especializada, donde no hay prevención de riesgos laborales, donde se trabaja con productos y métodos que aquí están prohibidos. Claro que es más barato.

Fábricas donde se trabajan muchísimas horas sin descanso. Donde no hay sindicatos que velen por los derechos de los trabajadores, donde da igual que sea hombre, mujer o niño. Que si, que de vez en cuando se hace alguna inspección y nos cuentan que han mejorado sus condiciones laborales. Pues bueno, nos lo creemos, ¿no? Y ojo, apliquemos esto a nuestros iPhones, Galaxy, Lenovos… que también son fabricados casi siempre en complejos monstruosos en China o Taiwan. También podéis buscar por internet información al respecto. Foxconn, por ejemplo, es donde se fabrican los iPhone. De vez en cuando les hacen un lavado de cara, pero ahí siguen.

Que malos, ¿verdad? Explotadores, esclavistas, bla bla bla. Pues lamento decir que tendríamos que reconocer que la culpa es nuestra. Así, sin paños calientes. De los consumidores. Nosotros fomentamos esas prácticas porque nosotros queremos comprar todas las temporadas unas cuantas camisetas, faldas, pantalones, zapatos, chaquetas…. Pero claro, la economía no da para gastar mucho. Entonces descubrimos Primark, por ejemplo, y esas maravillas tan baratas.

Claro que no es ropa de calidad, claro que sabemos que en cuanto las lavemos dos veces encogerán, perderán color y tal, pero nos da lo mismo. En unos meses cambiamos de temporada y habrá que guardar esa ropa gastada. Y cuando volvamos a necesitarla veremos que ya ni nos convence porque está pasada de moda ni nos apetece ponernos una ropa así de gastada. Así que vuelta a Primark, Zara, Mango, C&A… (me da igual la marca, no voy contra ninguna de ellas) a renovar vestuario.

¿De verdad no somos conscientes de que con esos precios esa ropa no puede estar fabricada en condiciones normales? ¿Alguien no es consciente de eso? Pero tragamos. Nos dejamos llevar por nuestros paupérrimos bolsillos. Quedan pequeños comercios y tiendas donde la ropa lleva etiquetas de hecho en España o Fabricado en la UE, donde se supone que pasa unos mínimos controles de “humanidad” pero claro, es más cara. Y nuestros bolsillos mandan. Es triste pero cierto.

Hace no mucho abrieron una tienda de comercio justo en Málaga. Todo lo que allí se fabricaba estaba garantizado que no había pasado por estas macrocadenas de esclavitud. Comida, ropa, menaje… todo genial. Ha durado unos 4 meses. Han tenido que cerrar. Por supuesto que es más caro, pero quizás deberíamos comprar menos y procurar que fuera de esa manera. Sin embargo, preferimos no pensarlo y seguir nuestro ritmo. Luego leemos esas cosas y nos escandalizamos. No creo que debamos. O no creo que deban enseñárnoslo. Creo que deberíamos, si de verdad nos preocupa, intentar cambiar hábitos en la medida de nuestras posibilidades.

¿DifÍcil? Posiblemente hasta imposible.