Doctores
¿En que momento, que tripa se le rompe a un médico o que tornillo se le suelta, deciden los doctores que dejamos de ser personas para ser ganado? Números, cifras, pacientes en vez de personas… no sé, como lo queráis ver, pero me parece terrible la falta de humanidad que detecto demasiadas veces cuando tengo que ir al médico, al que sea.
Estuve el lunes en mi doctora y salgo de allí siempre con la impresión de que ni me oye. Mira su ordenador, sus cifras, datos y demás y se dedica a putear. Que si voy poco, que si tal, que si cual… es terrible. Cualquier cosa que le cuentas parece que la estás molestando, te mira con un aire de superioridad y desprecio terrible. Eso si te mira. Y ya os digo que no es sólo ella. Cambié de doctora hace un año por algo parecido. Y lo siento muy en general. Cuando venían a ver a mi madre a casa, cuando estaba en el hospital, cuando voy a hacerme alguna prueba… Para ellos no somos personas, somos pacientes.
Llego a entender que, como médicos, deben poner una especie de barrera, sobre todo psicológica, porque debe ser durísimo llevarse a casa o absorber uno mismo los mil problemas que deben escuchar cada día. Por supuesto que a un médico uno no va por gusto, siempre va con problemas, pero debería haber un término medio. No sé si el problema es de la Seguridad Social y de su masificación, podría ser. Quizás tienen que atender a tantas personas que no dan. Puede ser eso.
Sea como sea, alguien debería echar un vistazo a esto porque, señores doctores, están tratando ustedes con seres humanos. Con personas que además acudimos a ustedes con la esperanza de que nos van a curar nuestros males. Con la necesidad de que escuchen lo que nos pasa y nos den algún tipo de solución. No vamos allí por gusto. Vale, si, algunas personas son «doctores dependientes» y consideran aquello una especie de club social, pero son los menos.
Normalmente vamos asustados, indefensos y con la esperanza puesta en ustedes. Y no suelo sentirlo así. Vamos a veces ya con la escopeta cargada, en el sentido metafórico de la palabra. Me pasa a veces que sé lo que me voy a encontrar y voy ya esperando la bronca y con la respuesta preparada. El día menos pensado entraré en la consulta y le diré a mi doctora «pues te metes el gato por el culo» en cuanto me diga hola, como en el chiste.
No deberían ser las cosas así. Somos seres humanos y creo que nos merecemos un trato un poco más digno del que en demasiadas ocasiones se nos da. Señores doctores, y doctoras claro: un poquito de por favor.
Joder que guerrero te levantas hoy Dani, pues yo en estos 2 años solo he ido 2 veces al medico, una porque me atropellaron y otra por una apendicitis, y no puedo tener ninguna queja, aunque a veces les entiendo, urgencias estaba a rebentar las 2 veces, igual hay momentos que ya no dan mas de si, puede que algunos esten al limite ya.
Yo por desgracia he tenido bastante más trato con ellos en los últimos 2 años y es bastante penoso. No nos tratan como a personas y llega a doler. Por eso me he puesto guerrero 🙂
Supongo que no toda la culpa es suya, pero alguien tendría que darle arreglo
Esto va por barrios!! Yo creo que el mío está superfeliz de lo poco que voy!! 😛
Si empezamos por ahí, es indicativo de buena salud o de pasotismo; pero si nos atenemos a los hechos… ha tenido que actualizar mi historial delante mía porque le faltaban algunas cosas que me habían pasado; así que entramos en la dejadez y falta de coordinación entre departamentos dentro de la sanidad.
No tengo queja del mío, es un tipo muy cercano aunque con esas dosis de pasotismo que dices según que cosas le pidas cuando vas a verlo: «para qué quieres un análisis si estás bien» y similares. Aquí creo que influye a lo que se ven obligados por la administración: ahorrar costes evitando pruebas innecesarias y gestionar el tiempo por paciente; 5 minutos por paciente no da para enterarte de que le pasa a cada uno, te conviertes en un máquina que saca recetas y escucha de lejos los problemas.
Eso no quita que hay médicos que lo de la humanidad se lo han dejado en algún sitio, y te hace pensar en cómo y porqué han estudiado una carrera relacionada con el trato personal cuando es una de sus carencias personales…
En fin, muchas patas para un mismo banco!!
Un abrazo, y espero que esas visitas sean rutinarias!!
Y luego dice la gente que mis post son largos, si es que toco temas con tantas cosas que tocar que al final se me quedan hasta cortos 🙂
Lo de visitas rutinarias… a ver por donde salen, seguiremos informando!!
Un abrazo Jordi!
Y me he dejado en el tintero a nosotros, los pacientes!! 😛
Estaremos atentos, y que no sea nada serio!!
Totalmente de acuerdo contigo.
Entras, te preguntan qué te pasa y sin levantarse de la silla te recetan un bote de pastillas rojas y te dicen “pruebe con esto si no le va bien le daré otra cosa”, a lo mejor la próxima vez tengo suerte y las pastillas son azules, mi color favorito. Luego se quejan de optemos por auto medicarnos.
En cambio, en urgencias es todo lo contrario la profesionalidad y la cortesía transpira por cada poro de su piel.
Hace tiempo que llegue a algunas conclusiones que en la sanidad pública:
1º- Los que están por vocación están en urgencias, en primera línea; los que no en ambulatorios excepción hecha de los médicos rurales y los que están en prácticas que todavía no han sido contaminados por las malas formas de los veteranos.
2º- Eso no pasa en la sanidad privada…serán igual de profesionales pero el trato es exquisito…claro tienen que dar cuentas a sus superiores…
3º- Ponle un uniforme a un “incapaz” y se auto convence de que es él un ser superior y yo una mierd…
Saludos
En vez de «algunas conclusiones que en la sanidad pública:» debería de ser «algunas conclusiones respecto de la sanidad pública:»…que vergüenza si lo leyera mi admirada profesora de Lengua Española…que tiempos aquellos…
Me ha llamado la atención eso de que los que están por vocación están en urgencias. Tengo un amigo médico y el si es de esos que se preocupa por sus pacientes, por como están, si les pasa algo… ¿Adivinas donde está? Bingo: en urgencias 😉
Un saludo!
Pues mi experiencia en la sanidad privada es que solo se preocupan por pasar la tarjeta, cada uno cuenta la guerra como le viene, yo estoy en Adeslas 15 años y en estos años me he sentido mejor tratado por los del ambulatorio de mi pueblo (cuando he ido de urgencia) que por los de Adeslas
Supongo que algo tendrá que ver eso de la vocación que comentaban antes. Igual en la privada la atención es mas ‘formal’ pero si pillas a un médico, donde sea, al que le guste su trabajo debe ser otra cosa.
La cosa cambia radicalmente si pasas la tarjeta Visa, Mastercard…
Vamos a ver. Tienes razón. A mi me pasó en la última visita médica. Mismos síntomas que tu. Mira al ordenador, no te mira, etc, etc. Pero no es por la barrera psicológica que tu dices, pienso yo, porque el médico de mi mujer es una persona estupenda, te da la mano cuando entras, y al acompañante también. Te sonríe y te anima. ¿Cual es la diferencia en este caso? En mi caso, es médico de la seguridad social, en el caso de mi mujer de Asisa. ¿Tendrá algo que ver?
Segundo. Pienso que la medicina, como tantas cosas es vocación. A veces me pregunto si algunos médicos tienen vocación, pero algunos parecen haberla perdido o no la tuvieron nunca.
Tercero. Los médicos son también seres humanos con problemas, etc, pero para ser médico tendrían que pasar algunos un examen de «humanidad». Más cariño al paciente, y menos pastillas…lo mismo mejoramos todos.
Totalmente de acuerdo. Respecto al segundo punto, a mi me da que más bien se fue estropeando esa vocación con el paso de los años. Una pena que no todos sean como el de tu mujer. Estoy seguro de que todo iría mucho mejor.