Con ojos de bloguero
No hace mucho una amiga que lee con asiduidad esta rinconcito me asaltó, en el mejor sentido de la palabra, y me preguntó ¿Va usted por la vida mirando todo con ojos de bloguero? No siempre, le contesté, pero si es verdad que muchas veces se me cruzan pensamientos por la cabeza que pienso que son «carne de post». Algunos los anoto y fructifican en post. Otros caen a la papelera y, los más, ni siquiera alcanzan el rango de nota. Pasan a ser tuit o ni eso. Ultimamente me asaltan muchos post y tuits que, por un motivo u otro, no fructifican.
Que levante la mano que que no haya hablado solo alguna vez. Lo sospeché desde un principio. Todos hablamos solos, todos necesitamos el consejo de un experto de vez en cuando. Pues lo cierto es que yo he cambiado muchas de esas conversaciones conmigo mismo por pensar con «ojos de bloguero», estructurar mis pensamientos en modo post. Darles forma. Eliminar lo que sobra (no sabéis la de cosas que quito cuando releo un post), centrarme en lo importante… Es un ejercicio curioso que hago inconscientemente
Muchos de esos «post mentales» no llegan a post escrito porque no tienen «chicha». Otros porque son difíciles de escribir. Es curioso como a veces hay instantes de felicidad que son difíciles de explicar. Para mi imposibles. Ahí es cuando me doy cuenta de lo pobre que es mi capacidad para escribir.
El otro día decía el narrador de Leyendas de Pasión que la felicidad es muy difícil de describir. Qué cierto es. Cuantas canciones tristes hay. Cuantos dramas. Si, películas «de risa» también hay, pero … ¿De felicidad? ¿Como describes cuando una persona que conoces hace relativamente poco tiempo no duda ni medio segundo en ofrecerse para acompañarte en un viaje que va a ser terriblemente duro? Que se entrega sin pensarlo a estar contigo no sólo en la risas sino en los momentos que se avecinan complicados, esos momentos en los que gente en teoría cercana, se aleja. ¿Como se describe esa sensación que te golpea desde el corazón, te azota el estómago, te crea un nudo en la garganta y hace que los ojos se nublen de lágrimas que, en el último instante, consigues contener? Si es felicidad. Inmensa. Alegría por lo afortunado que te sientes de tener personas así cerca en tu vida. Alegría y felicidad que no consigo ver con ojos de bloguero.
Mis ojos de bloguero le dan vueltas a ese «post» sin encontrar la forma de soltarlo. Mis ojos de bloguero quieren describir la paz que vivo últimamente. Como he conseguido por fin saber qué es lo urgente y qué lo importante, que diría el gran Fito. Mis ojos de bloguero, mi mente de bloguero, está un poco colapsada últimamente. Mi felicidad, pese a que Marzo acaba de llegar y sé que no va a ser un buen mes, es difícil de describir.
Pues si marzo no va a ser un buen mes, habra que plantarle cara, por otra parte, siempre hay algun momento que hablamos solos (incluso a veces hablamos con un amigo para pedirle un consejo habiendo dado por hecho que nos va a dar la razon y con la decision mas que tomada, solo esperando su apoyo)
Uhhhh que buen post y que boca màs chica tiene marzo!!!. Me alegro mucho q lo mires con esos ojos … de bloguero.
Mu chica, aunque la abre mucho. Ya podía tener 28 días también 🙂
Me alegro que te haya gustado. Beso!