Maldito karma

Maldito karma

CitadelleNo voy a hablar del libro Maldito Karma que me he leído hace nada pero el título me viene al pelo para lo que quiero contar. Me dispongo a ver una peli en breves instantes. Hoy tengo preparada Desafío Total, el remake del año pasado. Creo que se va a convertir en costumbre esto de ver una película los sábados por la noche que no salga, que son la gran mayoría, no me las voy a dar ahora de juerguista que ya nos conocemos. Pero justo antes me ha vuelto este post a la cabeza. Es de esos que me rondan mucho y nunca acabo de materializarlos, así que allá vamos.

Como os digo, espero que se vaya convirtiendo en costumbre lo de ver una peli los sábados por la noche. Tengo muchas pendientes y no sé porque, con lo cinéfilo que he sido, hace meses o incluso años que apenas veo nada. Quiero empezar a ponerme al día y la semana pasada empecé con una que me recomendaron hace unas semanas. Aunque comienza un poco «extraña» al final acaba siendo una comedia romántica de esas que tanto me gustan. Y esta me gustó especialmente por razones que no puedo contar aquí. Es de esas en las que al final el chico bueno se lleva a la chica, ya sabéis. Bueno, en este caso al revés: la chica «buena» se lleva al chico. Porque sí, porque se lo merece, porque se lo ha currado desinteresadamente, porque se ha sacrificado y está dispuesta a renunciar a él, aún enfadada y con ira, para que sea feliz con su supuesta chica.

¿Cuantas veces habéis visto esa película? ¿Cuanta gente conocéis que le haya pasado en la vida real? Yo lo cierto es que a ninguna. No hablo ya de ese esfuerzo supremo de renuncia, hablo simplemente de eso que se comenta tanto de «dar sin esperar» y que al final todo merezca la pena. Hablo, incluso en el trabajo, de esforzarte sin esperar nada a cambio, por el simple hecho de hacer lo que sabes que es correcto. O por hacer feliz, o eso crees, a esa persona que es especial para ti. Esa amiga, ese amigo. Sin esperar nada… en teoría. Pero esperando siempre que de alguna forma ese hacer lo correcto se vea recompensado. Al menos con cariño, con un algo especial o con respeto.

Te esfuerzas durante meses, incluso años, por alguien. Crees que estás haciendo algo bien y que en cierta manera esa persona lo valora y lo aprecia. Al cabo de los años todo acaba con un «yo no te pedí nada» y te sientes muy imbécil. Pero mucho. Y te consuelas pensando que es cierto, porque sabes que lo es, y que en realidad has hecho algo que te gustaba, que también es cierto, pero no puedes evitar sentir que te echan un jarro de agua fría, helada, por la espalda.

Y es que uno ha visto demasiadas películas donde el karma no es el Maldito Karma. Donde lo que haces si lo haces bien, por alguien a quien aprecias y lo haces de corazón, se acaba viendo recompensado. No hablo de llevarte a la chica pero si compensado de alguna forma. Pero no, eso solo pasa en las películas. Aquí, en el mundo real, eso de hacer cosas que el otro no sabe, solo por cariño, pero que luego se entere y venga a darte ese abrazo/beso/herencia millonaria no sucede.

Lo bien que estaría vivir en una película. ¿A quien se le ocurrirán esas cosas tan bonitas?. Supongo que a los mismos que hacen powerpoints de gatitos llenos de mensajes tiernos, con amaneceres invitando a vivir y flores con poesías de Benedetti. Cuantas ganas de hacernos soñar con cosas que no pasarán.

Hay que abrir los ojos. No es que el Karma sea maldito, es que es muy puñetero el muy cabrón. Así que nada, mejor me preparo un buen GinTonic sin ensalada, como marcan los cánones, y me pongo a ver algo de cine espectáculo. Están ustedes invitados.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.