Lunes Santo

Lunes Santo

Hoy es lunes de Semana Santa, Lunes Santo. No fue un 25 de Marzo sino un 18 de Abril, pero si sé que fue un Lunes Santo y a esta hora en la que el post sale publicado, doce y cuarto, cuando por fin tuve la suerte de conocer en persona a Marta Fernández. Allá por el 2011, dos años han pasado ya. Entenderéis que no es una fecha que se olvide facilmente al unirse algo tan señalado como un Lunes Santo y un encuentro tan especial para mi. Y aprovechando la efeméride quería volver a escribir un post por aquí porque tengo este blog, desgraciadamente abandonado.

No hay motivo especial para que esto esté más parado. No hay desgana ni mucho menos está cerrado. Simplemente ahora mismo no encuentro necesidad de hablar sobre Marta y su trabajo. Se encuentra estabilizada (en el buen sentido de la expresión) en su trabajo matinal. Con participaciones como voz en off femenina de MediaSet y participando en actos puntuales de los que no suelo tener muchas noticias, como el del pasado jueves en la entrega del III Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero, a la que pertenece la foto que ilustra este post.

Y dado que ahora mismo el presente visible está estable (otra cosa es lo que no se ve) y que no tengo noticias futuribles que contar, ¿que tál si me acompañáis en un pequeño viaje al pasado? Está además a poco más de una semana de celebrarse el tercer aniversario del blog, ahí es nada,  y quizás entonces dedique un pequeño post más completo a recordar algunos momentos importantes para mi de la historia de este blog y de Marta en estos tres años. Pero de momento os voy a dejar con esta lectura: el post que dediqué hace 2 años a mi encuentro personal con Marta Fernández. Este post lo escribí en una habitación de un hotel en Coruña, mientras fuera llovía, maravillado por el gran trabajo que Marta hacía en la sombra durante la emisión del programa. Y no puedo imaginar todo lo que hace previo a esa emisión.

No quise y no voy a hablar sobre lo que hemos hablado en esos pequeños grandes momentos que he tenido la suerte de compartir con Marta personalmente. Siempre he dicho que eso es personal y, lo mismo que no guardo fotos de ellos (como explico en el post), tampoco lo publico. Esos momentos son entre Marta Fernández y Daniel García como personas, no como periodista y «bloguero» (me dá hasta reparo considerarme bloguero) pero no recuerdo haber contado nunca las primera palabras que me dijo Marta y eso no creo que le importe que lo comente.

Nunca olvidaré verla llegar a plató ponerse el pinganillo, ir preguntando cosas sobre el programa a quienes le rodeaban y «a través» del pinganillo, saludando al público en el estudio, aclarando puntos… En un momento dado le dijeron que yo estaba por allí. Me buscó, me reconoció y se acercó, guapísima y sonriente. «Hola. Soy Marta» se presentó, como si necesitara presentación, y me dio dos besos. Ya directamente empecé a sonreír y no paré hasta un buen puñado de horas después de habernos despedido. ¿Sabéis esos momentos que nunca olvidaréis? Ese es uno de esos momentos de mi vida. Lo escribo y vuelvo a vivirlo, a sentirlo, a olerlo… Como si estuviera allí. De nuevo. Otra vez en aquel Lunes Santo de 2011.

El resto de lo que sucedió aquel encuentro y el resto de encuentros, está a buen recaudo en mi memoria y permitidme que siga así.

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