Bares, que lugares

Bares, que lugares

Como ya sabréis los que me seguís por twitter, este fin de semana ha sido un tanto especial. Los astros y una serie de circunstancias se alinearon y he pasado una noche en la estación de esquí de Sierra Nevada. No, no esquío, más quisiera yo. Me hubiera encantado aprender alguna vez, pero se escapa de mis posibilidades. Pero si pasé la tarde paseando por la estación, jugando con la nieve y todas esas cosas que hacemos los catetos de mar no esquiadores cuando vamos a «ver la nieve».

Un amigo médico está trabajando en una clínica allí y está solo porque la mujer no ha podido acompañarle. Acaban de tener un niño (son los que «tuvieron el niño en el Foster’s Hollywood», @Escotesdealicia y resto de la #CDE me entendéis) y es demasiado pequeño para subirlo a esa altitud. Así que una cosa llevó a la otra y quedamos que este fin de semana iría a pasar con el al menos un día para hacerle algo mas leve la estancia. Dicho y hecho.
Aproveché para hacer turismo por otros pueblos de Granada y ya desde el mediodía del sábado hasta el del domingo estuve por allí. Paseos, comer, turismo, conocer aquello y acabar la noche metidos en el bar El Copo – Pata Negra, el que veis en la horrible foto de la portada. Entre su ubicación, la hora y la luz no pude hacerle una foto mejor.
Entramos a eso de las 11 de la noche y salimos a más de las 2 de la madrugada en una noche de esas que yo digo mágicas. Gracias, sobre todo, al carácter de Julia, la encargada/dueña. No había mucha gente, todo el mundo, menos nosotros, la conocía. Es de esas personas que siempre te habla con una sonrisa, con amabilidad, sin gritar, con simpatía, pero sin que resulte forzado, sin que tengas la sensación de «me está vendiendo el local y me quiere caer bien para que vuelva», como pasa con otros muchos encargados de bar. Sientes que no te vende nada, que sólo pretende que estés a gusto en «su casa».
Todo el mundo en la estación parecía conocerla. Entraban y salían, aunque no tomasen nada, la saludaban, le dejaban llaves, dos besos, hasta mañana… Se metía, o la metíamos, con naturalidad en nuestras conversaciones, hacía que los diferentes grupos nos mezclásemos… Una persona que parece que ha nacido para estar ahí, que disfruta con la gente y hace que se sientan cómodos. Acabamos charlando entre todos, conociendo a unos ingleses que llevan 10 años aquí y no hablan casi nada de español, así que les dimos un buen rapapolvo. Y a un hombre, de cuyo nombre no puedo acordarme, especialista en ginebras que nos contó algunos secretos que, como secretos que son, no puedo desvelaros.
Fue, como os digo, una noche mágica en la que mi amigo y yo acabamos compartiendo fotos «de familia» con Julia y Jesus, su pareja. Con el bar cerrado para nosotros y casi ayudándoles a recoger. Momentos de esos que hay pocos, que surgen cuando menos te los esperas y que hay que coger al vuelo para que no se escapen. Luego, recordándolo, me acordé de mi más mejor amiga y de mi cuñado. Ellos también tienen su «copo» particular: La Tranca. Ese lugar donde se crea magia de vez en cuando.
Son esos bares especiales donde te sientes como en casa, donde te hacen sentir como en familia. Bares, que lugares.
Por una noche irrepetible, gracias y un abrazo especiales a Julia pero también a Jesús, Rocío y, sobre todo, a mi buen amigo Jose.

10 comentarios en «Bares, que lugares»

  1. Dani, sabes que no soy muy dado a escribir por internet pero es que no puedo dejar pasar la ocasión para suscribir todo lo que dices y para agradecerte el que hayas venido a visitarme. Se que todo no han sido buenos momentos, ya que tu coche por poco te deja tirado y hasta tuviste pesadillas con ello.
    Pero ha persar de todo, hay que quedarse con los buenos momentos que son los que cuentan y gracias a ellos se me han hecho estos dias más amenos aqui en la sierra.
    Aprovecho para mandarte un fuerte abrazo y también, claro está, a nuestros amigos del bar el copo al que recomiendo acudir a todo visitante que acuda a la estación.

    • Gracias a usted por la invitación, Dr. Bueno 🙂 Hasta las aventuras de bajar con un coche que no arranca y tener que bajar jugándote la vida son ahora motivo de risa y una anécdota que contar.

      Abrazo, Dr.!!!!

  2. Buenasssss, muy buena la promoción del Copo. Yo soy de esos como tu que de esquiar…..
    Ahora ya no tengo excusa para subir a Sierra Nevada con unos amigos que ellos si que esquían. Plan perfecto, ellos a esquiar y yo al Copo a corroborar tu comentario,jeje.
    Por cierto las fotos del Twitter y del Facebook son de esas que muchos profesionales les gustaría sacar.

    • jajaja. Y eso que no me pagan ni nada 🙂 En serio, si tienes ocasión visítalo. Te harán sentir como en casa.

      Y gracias por lo de las fotos, más quisiera yo que ser profesional.

      Saludos y a disfrutar la sierra si tienes ocasión 😉

  3. Gran verdad, Dani.

    Cada día cuesta más encontrar ese tipo de trato en los bares, tiene que ser gente que lleva mucho tiempo en el negocio y que ya lo siente como un apéndice de ellos y hacerte sentir cómodo.

    Lo que no sé es si la suerte de ese trato es más típica del sur que una vez pasado Despeñaperros, aunque de todo hay en la viña del Señor.

    Me alegro que disfrutaras de la visita 🙂

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