Arreglá pero informá
Disclaimer: Post escrito desde el punto de vista de un soltero, sin compromiso, hombre, heterosexual y con las hormonas un poco revolucionadas. Señoras y señoritas, espero que me disculpen si en algún momento pueda soltar un comentario hiriente para ustedes. No es mi estilo, pero a veces las hormonas me pueden y se que sabrán perdonarme. Hago propósito de enmienda para no recaer.
Ayer, como ya sabréis por twitter, estuve de bautizo. El segundo niño de una compañera de trabajo. Al primero no fui, no recuerdo porqué, y no quería faltar a este. No soy muy de ese tipo de eventos, más bien diría que los detesto, pero esta compañera me cae especialmente bien y no quería rechazar su invitación, así que allí me planté. Insistió en que nada de pasar por la iglesia a la ceremonia, que eso era para la familia y que lo que ella quería era vernos en el convite, comiendo, bebiendo y pasándolo bien, así que así lo hicimos.
El caso es que había gente que iba vestida normalmente. Arreglá pero informá, que diría Martirio. Casi todos los de mi mesa íbamos así y otros muchos. Sin embargo había gente que arreglada para una boda, aparte de los padres, padrinos y familiares directos, que es normal que fueran así. Trajes y corbatas en los hombre y las mujeres con vestidos espectaculares. Y claro, uno es hombre, no tiene compromiso y los ojos y el cuello son libres, así que servidor, y otro compañero, nos pusimos a disfrutar el espectáculo. Os podéis imaginar.
Escotazos, taconazos, minifaldazas, maquillajazos… De eso que uno, como hombre, no puede evitar mirar, porque algunos escotes eran espectaculares y esas minifaldas,… en fin, os imagináis, ¿no? Y que no me vengan con historias: una mujer se arregla para estar guapa, para sentirse bien y no creo que deba sentirse ofendida si la miran, siempre que no sea una mirada lujuriosa en plan desnudar con los ojos y babas cayendo, ya sabéis. Oye, igual que un hombre, que si yo me gasto un pastizal en un traje, unos zapatos de 60 euros, me arreglo y me echo alguna crema anti-fatiga en la cara un par de días para ir guapo a alguna celebración, lo menos que espero es que alguien me lo diga. Y si encima alguna mujer me mira un poco más, pues no podré menos que sentirme halagado, que queréis que os diga. Y en esas estábamos, echando vistazos de reojo o más directos, obteniendo alguna sonrisa o alguna mala cara por respuesta (que de todo hay) e incluso cruzando alguna palabra con alguna. Y de repente recibes una bofetada de realidad de la forma más tonta.
Lo único que no tenía mi compi en la fiesta era café, pero justo abajo había una cafetería, así que bajamos a tomar uno para intentar quitarnos el sueño que nos estaba dando tanto comer. Y allí en la cafetería, sentada en una mesa, que luego averiguamos que era la de los encargados de la cafetería, una chica. Rondaría los 30 por abajo, aunque soy muy malo para las edades. Morena (ya sabéis que son mi debilidad, ¿verdad @chefidiaz?), con gafas, pelo liso, una camiseta sencilla aunque algo escotada… y me llamó la atención. Más que todas las que había visto arriba. Y luego se levantó cuando la cafetería se fue llenando de gente que, como nosotros, venía a buscar su dosis de cafeína después de la comida y se puso a trabajar tras la barra. Y ya la vi de cuerpo entero. Vaqueros normales, botas altas pero sin tacón, la camiseta negra, apenas maquillada, sólo unas pocas pulseras en un brazo como complementos, pero se intuía buen cuerpo, parecía simpática y se veía una cara limpia y guapa. Sin más.
Justo en ese momento empezaba a bajar casi todas esas mujeres que habíamos estado viendo arriba. Los maquillajes ya empezaban a desdibujarse, los peinados a deshacerse y me dio por imaginarme a todas esas chicas, que había estado mirando arriba con cara de lobo hambriento, en la misma situación de la chica que estaba tras la barra: arreglá pero informá. Sin tantas capas de pintura, sin vestidos de muuuchos euros y zapatos de otros tanto, sin un par de horas de peluquería… y lo cierto es que visto desde ese angulo, sólo un par de las 10-15 que antes me habían llamado tanto la atención y despertado mi líbido seguían pareciéndome tan interesantes y atractivas. Y ojo, que no era fea ninguna, pero la cosa cambia mucho si miras más allá del momento.
Y no voy a recurrir al tópico de que la belleza está en el interior, pero si es cierto que la belleza que se crea a base de «añadidos» es demasiado falsa y voluble. Sólo dura lo que dura el maquillaje, la peluquería y lo que sea capaz de llevar los tacones puestos. Y eso no suelen ser muchas horas. Luego queda la realidad, la persona a la que verías cada mañana al despertar, con los ojos hinchados, cara de sueño y el pelo revuelto. Sólo la chica de la barra y otras 2 hubieran soportado esa prueba.
Algunas superan esa dura prueba. Os lo dice uno al que le encantaba quedarse como un tonto mirando la cara de su novia por la mañana antes de levantarnos. Y que me regañaba porque decía que estaba horrible y que no la mirase, pero yo siempre le decía que era cuando más guapa estaba. Y no era hablar por hablar. Para mi era totalmente cierto.
Por no hablar de todo lo demás que hace falta, que una vez que el físico ha hecho su función de atracción inicial, queda mucho por andar si quieres algo más que un aqui te pillo, aquí te mato, claro.
Es que para mí una mujer está más guapa cuanto menos adorno y potingue lleve, al natural, con sus defectos y sus virtudes, pero ella.
Aunque claro, mi opinión cuenta la mitad, porque como soy … «raro» ajjajaja…
Jajajaja. La cuestión no es que seamos o no «raros», es apreciar la belleza. Y soy de los tuyos: cuanto más natural, mejor 🙂
saludos.
Ejemmmm, morena? café? uhmmmm
Lees el futuro?
Es verdad que a veces llama más la atención una mujer si va normalita que si va en plan despampanante.
Y recientemente tenemos un ejemplo….con un simple chandal o con un chaleco de emergencias…