Dulce Navidad

Dulce Navidad

Ayer tuve la comida de empresa. No pude disfrutarla del todo porque mi estado físico no es el que debería, pero si hice acto de presencia a la comida. Porque nosotros tenemos comida, no cena de empresa. El motivo básico es tener tiempo para mas juerga, porque la comida se alarga desde el medio día hasta, normalmente, bien entrada la madrugada. Yo, obviamente, solo estuve en la comida y en la primera copa. Dejé el resto de la fiesta para los que si estaban en condiciones de disfrutarla.

No se si ya he hablado de lo que me parecen estas comidas de navidad aquí antes o no. Creo que si, pero puede que no. Es posible que sea de esos post que tengo en mente periódicamente y no hago o puede que cada año haga uno. No tengo ganas de buscar entre las entradas antiguas, así que me pongo a escribir y os pido perdón si me repito, aunque lo dudo, porque este año lo he visto desde un punto diferente.

Las comidas de empresa/familia navideñas. Comer, beber, reír, bailar, beber, comer, beber, comer, … y así hasta que el cuerpo aguante. Reunidos con gente que en muchas ocasiones no aguantamos o simplemente nos caen mal. Centrándonos en el trabajo, compartiendo risas y mesa con gente con la que durante casi todo el año has estado discutiendo, enfrentado y que te revuelve el estómago nada mas verlo cerca.

En cambio, ese día te ríes, bebes hasta de su misma copa, le haces el regalo del Amigo Invisible si se tercia (si, seguimos haciendo eso del amigo invisible)… Vamos, como si fueras uña y carne de esa persona. No es que todas las relaciones en mi empresa sean así, ni mucho menos. Hay de todo, ninguna llega a tal extremo y hay hasta buenos rollos, en el buen sentido de la palabra. Sin embargo, si que hay tiranteces y asperezas que misteriosamente desaparecen ese día. Fruto del alcohol, del pescado o de la carne, quien lo sabe.

Normalmente he visto esto siempre como una muestra de hipocresía, de hacer ver lo que no es, de demostrar un falso cariño y buen rollo. Este año en cambio, puede que fruto de la medicación, que me tiene muy relajadito, lo he visto un poco de otra forma. O al menos me lo planteo de otra forma. Puede que no sea tanto un acto de hipocresía sino una sencilla pausa. Un sencillo momento de relax, de dejar a un lado las tensiones y buscar en el «contrario» las bondades que durante el año, en otras circunstancias no ves.

Muchas terapias de grupo se basan en soltar lo que llevas dentro contra la otra persona. Eso de coger martillos de goma y golpear a esa persona que no soportas liberando tensiones, mientras recibes el castigo correspondiente de parte de tu oponente. De soltar a la cara cosas que normalmente no sueltas, de dar rienda suelta a emociones que normalmente debes controlar. Quizás este tipo de actos sociales sean una especie de terapia inversa a esta. Quizás basan en dejar guardado en un cajón todo ese mal rollo y observar y disfrutar a tu «oponente» sin todo ese bagaje que hace que te caiga mal. Descubrirla de nuevo sin que todo eso que tienes en la recámara te deje ver el resto.

Insisto, puede que sea el efecto de las pastillas que me tienen relajado, pero este año lo he visto de manera mas positiva. Veo necesaria esa pausa, esa reunión, ese disfrutar sin pensar en todo lo que hay detrás. Luego volverán los malos rollos, por supuesto. Eso no cura nada, pero al menos tengamos ese pequeño descanso durante unas horas.

Si sois como yo, que soléis asistir a esas reuniones de compromiso por obligación y sin ganas de sentaros en una mesa junto a ciertas personas, haced un pequeño esfuerzo y dejad de lado todo ese mal rollo. Disfrutad el momento, dejad que salga lo mejor de vosotros y disfrutad de lo que os den los demás. Como suele decirse, tengamos la fiesta en paz. Tomaos un respiro y disfrutad. Firmemos una tregua durante estos días.

Tenemos 11 meses y 2 semanas al año para los malos rollos, vamos a dar dos semanitas de vacaciones al mal rollo.

4 comentarios en «Dulce Navidad»

  1. Yo odio las cenas de empresa, siempre que he ido voy a disgusto y no lo paso mal porque con los compañeros me llevo muy bien, pero tampoco lo paso bien porque estoy deseando que termine la cena y largarme a casa ya que ir de copas por ahí ni de coña.
    A las 3 últimas cenas de empresa, 2 de navidad (la última fue este viernes) y 1 de verano no he ido, eso si, dando mis razones y es que trabajar no me gusta y tengo una cosa rara por culpa de ello, y es que es muy difícil que pueda hacerme amigo de un compañero del curro, porque es que eso, lo veo como parte del curro y como he dicho antes, no me gusta nada.

    Y la cena o comida es lo mismo, estar fuera de horas de trabajo con todos los que estas viendo todos los días en el no me gusta, estoy super incomodo y hasta con sensación de estar perdiendo unas horas que podía aprovechar para hacer cosas que si que me hagan pasarlo bien.

    Ya ves, soy un tío muy raro. O:)

    Solo recuerdo una cena de empresa donde si que lo pasé bien, y fue una organizada solo por todos los trabajadores, además que fue la primera que tuve, y como no estaba el jefe por ahí nos desahogamos a gusto poniéndolo a parir cada 2×3. X-DDD
    En todas las que he tenido después el jefe estaba, y no se si todos son así, pero siempre tienen que dar la nota y destacar del resto del grupo.

    Vaya rollaco que he soltado. O:)

  2. no hombre, nada raro, ya te digo que mas o menos he pensado siempre como tu. Nunca me han hecho gracia y voy bastante por obligación, aunque reconozco que luego me lo suelo pasar bastante bien. Es lo que tiene ahogar las penas en vino, cerveza, ron… XD XD

    Nada, hombre. Ya pasó y hasta el año que viene nada.

    Saludos

  3. Para mi si es una hipocresía este tipo de actos. Sobre todo, porque tiene gracia que con lo anti-religioso de la sociedad actual, se junten unas personas con motivo de la Navidad, que es una fiesta cristiana. Además es degradante, porque las personas que no se soportan durante el año, ahora hacen el esfuerzo, pero eso sí, ayudados del estímulo que supone el alcohol, que desinhibe. No lo digo por ti, pero me parecía mas coherente tu postura anterior. No a la hipocresía. Si a la verdadera amistad. Saludos y feliz Navidad.

  4. Debe ser como te digo el efecto de las pastillas. Con el tema religioso ya ni me meto. Para mi es ya una sencilla fiesta social, no tiene nada que ver con la religión desde hace muchos años.

    Sea como sea, aprovechemos este momento de mentes abiertas y a disfrutar 🙂

    Saludos

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