Edad Mental
Como ya habéis visto los seguidores de mi twiter (que me he dado cuenta que igual no son muchos, pero son de calidad) hace unos días tuve una pequeña crisis bloguera y me planteé dejar este blog. Ya he comentado con algunas personas el porqué de esta crisis, y con sus opiniones me quedo: sigo con el blog. A quien no le guste lo que escribo, que no lea. Y lo que digo es siempre mi opinión y mis pensamientos sinceros. Los motivos concretos de la crisis y los consejos que me han dado, quedan en la privacidad de los chats que he mantenido con estas personas y desde aquí mi agradecimiento por su apoyo y sus consejos. Ellos saben quienes son y saben que son grandes.
Una de estas charlas, me ha vuelto a «inspirar» para escribir este post, así que vamos a ello.
Estoy completamente seguro que si os pregunto si tenéis prejuicios, todos o casi todos me diréis que no, que sois personas abiertas, que no prejuzgais nada ni a nadie. Y seguramente pasaríais la maquina de la verdad, porque creo que todos pensamos que no tenemos prejuicios y que vamos con la mente abierta por la vida, pero me parece que si nos fijamos un poco no es tan cierto. Seguro que hay muchas situaciones en las que, sin darnos cuenta, tenemos prejuicios. Si vais por la calle con bolsas o un bolso en la mano y veis que de frente se acercan un grupo de chicos/as con melenas o las cabezas rapadas al cero, posiblemente agarréis mas fuerte el paquete, por lo que pueda pasar. Y cosas como esas muchas.
Yo mismo hice esto hace unas semanas, prejuzgar a alguien sin conocerlo. Y como suele ocurrir en estos casos me equivoqué. Por suerte, siempre se puede rectificar y solo fue un estúpido ramalazo de prejuicio momentáneo que luego, a la hora de tener que conocer a esa persona realmente, no tuvo ningún efecto.
Porque cuando te dicen que va a conocer a alguien mucho mayor que tu o mucho mas joven, tiendes a pensar que será de tal o cual manera. O un soso y aburrido vejestorio o un niñato estúpido sin cerebro aún. Pero no tiene porqué ser así en absoluto. De hecho, conozco gente con mas de 40 años que tiene la cabeza peor amueblada y las ideas mucho menos claras que esa persona que acabo de conocer y que no llega a los 20. Y es que la edad mental no tiene necesariamente que ir unida a la edad física. No se en base a que se forma la edad mental: Experiencias vividas, inteligencia, educación, entorno… pero el caso es que no es el primer caso de así que he vivido en los últimos tiempos.
Por eso no se puede prejuzgar a nadie. No podemos dejar que un color de piel, una vestimenta o una edad nos impida conocer gente fabulosa en cualquier momento y lugar, que te pueda aportar cosas y de la que puedas aprender. La gente siempre puede sorprendernos y hay que enfrentarse a cada persona que conozcamos con la mente limpia y abierta, sin ningún tipo de prejuicios sobre lo que vamos a encontrar.
Por suerte, mis prejuicios fueron solo un mal flash en un momento dado y me acerque a esa persona con la mente abierta, lo que me ha permitido encontrar a una persona sorprendente y estupenda.
Joder, tio que profundo… ya me contaras luego, ya me contaras.
Jajaja, no es profundo: es sencillo y simple. Fuera prejuicios y valoremos a la gente en base a lo que valgan.
Luego te lo contaré de todos modos con mas detalle 🙂