Impresiones Uncharted 2: El reino de los ladrones

Hay veces que tras probar un juego te quedas con la sensación de haber visto algo único y que tardarás mucho tiempo en volver a ver algo parecido en cualquier consola. Suena grandilocuente, lo se, pero creo que es la sensación que mejor puede describir lo que he sentido al terminar Uncharted 2: El reino de los ladrones.

Quizás no sea un juego sorprendente a nivel jugable, entre otras cosas porque hablamos de una secuela de un juego de hace dos años y ya teníamos una idea de lo que ibamos a encontrar. Precisamente por ser una secuela del que, para mi, ha sido el mejor juego de PS3 hasta la fecha y la enorme cantidad de marketing y expectativas depositadas en este juego, lo mas normal hubiera sido que llegase a decepcionar, que no alcanzase el listón que nuestra imaginación jugópata había colocado para el.

Este juego no solo llega a ese listón, sino que lo supera con creces.

Vamos a empezar por lo obvio, que es hablar un poco de lo que va el juego. Como la mayoría ya sabréis, Uncharted es el equivalente a las aventuras de Indiana Jones en el mundo de las consolas. Un lugar que en su día ocupó Lara Croft con sus estupendas aventuras hasta que, año tras año, la franquicia ha ido cayendo a puntos insospechados que a mi personalmente me dan muchísima pena. Nathan Drake es la nueva Lara Croft, el digno equivalente de Indiana Jones. Un personaje con carisma, con esa gracia y chulería innata de Indy (supongo que se está notando que soy fan de la saga de las películas de Indiana Jones). Chicas duras que le acompañan, paisajes exóticos e increíblemente variados, malos malísimos, indígenas,… todos los ingredientes que cualquier película de aventuras debe tener.

Jugablemente, es una refinada mezcla de géneros, al igual que el primero. Quizás inventar, inventa poco. Coge pinceladas de puzzles, de exploración, de juegos de acción en tercera persona. Todo ello combinado con elegancia y un equilibrio envidiable, no dejando nunca que te canses de enfrentamientos con enemigos, ni de andar dando vueltas buscando la salida, ni te agobies con interminables puzzles. Sin duda otra de sus grandes virtudes es ese equilibrio, que elimina cualquier rastro de monotonía en el juego. Ni siquiera los innumerables videos llegan a cansar: están perfectamente integrados en la trama y ninguno es excesivamente largo.

Las partes de exploración son sencillas: que si localiza donde colocar unas bombas, que si encuentra la forma de llegar a aquella cornisa… misiones mas o menos sencillas que no suponen demasiado trabajo pero que te entretienen. Los puzzles, tres cuartos de lo mismo. Que si busca la forma de que tal estatua se coloque de tal manera, que si pon estas piezas en los lugares correspondientes… Nada que no se pueda resolverse con unos minutos de consulta al diario y observar con cuidado el entorno.

Respecto a los enfrentamientos, eso es harina de otro costal. Este apartado se ha mimado y cuidado de una manera brutal. Si en el primer Uncharted ya teníamos claro que aquí no valía eso de salir como un kamikaze con la escopeta en la mano a liquidar enemigos, en este se ha llevado al extremo ese sistema. Pare empezar, cada zona donde se producen enfrentamientos tiene múltiples formas de ser afrontada. Viendo los vídeos y el sistema de coberturas que se utiliza en los enfrentamientos, se puede pensar que es muy similar al Gears Of War. Nada mas lejos de la realidad. En el Gears, como en la mayoría de los shooters, todo sucede de una forma bastante lineal. Entras por una puerta, los enemigos están colocados estratégicamente para que liquidas al A, luego al B, al C…. hasta el último.

En este Reino De Los Ladrones, cada vez que veas enemigos, párate y piensa. Estudia el entorno. Vale, has entrado por una puerta (o una calle) y tienes que salir por otra, pero las formas de llegar de un punto a otra suelen ser mas que variadas. Desde plantearte ir cubriendote de sitio en sitio y aprovechar tus habilidades de sigilo para irlos liquidando uno por uno sin que los demás se enteren, liquidar solo unos pocos para luego iniciar un combate mas igualado, lanzarte a saco a tiros, pero utilizando diferentes caminos para ir avanzando, de forma que vayas recogiendo unas armas u otras,… Además, por supuesto los enemigos no tienen unos comportamientos mecánicos, unos recorridos pre-establecidos. No vale con quedarse en una esquina porque sabes que después de matar a tal tipo van a aparecer 2 por la derecha, no señor. Lo mismo aparecen por la derecha, que por la izquierda, que por detrás.

Es difícil definir aquí esas sensaciones, pero el resultado es que aunque entres varias veces en la misma habitación o patio a combatir, cada vez que lo hagas será una experiencia diferente, como si fuera la primera vez que entras.

Y jugáblemente esto es Uncharted 2. Esta refinada mezcla de géneros, con estos combates especialmente intensos. Y aunque no me gusta centrarme en los apartados técnicos, siguiendo mi nueva política de análisis de juegos, no me queda otra que hablar de esto en relación a Uncharted 2. En dos palabras a-cojonante in-prezionante.

Hoy por hoy no hay nada que pueda acercarse a este juego a nivel gráfico, de físicas, de sonido… Sería inacabable intentar describir todos los detalles que hacen grande este juego, como inacabables son los detalles que pueblan el juego. Coberturas que se pueden destruir, impresionantes efectos de agua (aun mejores que en el primero), mosquitos que se posan sobre el brazo del personaje cuando está tras una cobertura esperando para atacar, la nieve, la lluvia, las gallinas (suena raro, pero es que en un pueblo donde vamos hay unas gallinas pululando por ahí sueltas que me dejaron impresionado), los truenos, la ropa, las paredes,…… absolutamente todo esta detallado y/o animado a extremos enfermizos. Las sombras de los malos, que llegan incluso a ayudarte a localizarlos cuando estás colgado en ciertas cornisas, la gigantesca amplitud de visión que tienes, pudiendo ver muchísmos detalles en objetos muy alejados…

Y paro ya, porque es que podría seguir así llenando páginas y páginas. Es simplemente una delicia pasear por El Reino De Los Ladrones. Creo que aunque no tuviera mucho que hacer, podría pasar horas dando vueltas simplemente descubriendo y disfrutando el entorno. Cualquiera de los vídeos que se han estado viendo podéis estar tranquilos: son realmente in-game, sin retoques.

Y aún me queda por ver el modo on-line, que tengo la impresión de que puede ser el único punto negativo de este juego. Lo he intentado un par de veces, pero me ha sido imposible encontrar ninguna partida, lo cual me da bastante mala espina, la verdad. Ya me sucedió algo así con la Beta, pero lo achaqué a ser la versión beta. Si con el juego en la calle siguen existiendo problemas, mal asunto. Espero que haya sido algo puntual y en breve pueda hablaros de este modo online, que también promete según lo que puede probar en la beta.

En resumen, dejando de lado el on-line, Uncharted 2: El Reino De Los Ladrones es EL JUEGO. Lo mas avanzado en gráficos, una historia digna de una gran película, rejugable sin necesidad de modo online por lo poco repetitivo de los combates. Creo que deberían incluirlo de serie con todas las PS3 para que la gente vea lo que realmente se puede llegar a ver en esta consola. Y de paso, llevarlo a todas las editoras para que igualmente puedan convencerse de todo el partido que se puede sacar a la bestia negra de Sony. Hacía bastante que ningún juego me sorprendía a nivel gráfico. Este rompe esquemas y nos fija un nuevo nivel que debemos exigir a los juegos exclusivos, por lo menos los de PS3. Ya se han encargado de decir por activa y por pasiva que la complejidad gráfica de este juego sería imposible en XBOX360. Sin ánimo de levantar polémica, creo que por una vez están en lo cierto. En XBOX360 no hay nada que se le acerque, y lleva ya mas tiempo en el mercado y con un buen número de exclusivas que no ha podido llegar a este nivel.

Si tenéis una PS3 y aún no lo habéis probado, ya estáis tardado. Este juego hay que tenerlo en casa aunque sea solo para enseñarlo a los amigos cuando vengan a echar unos FIFAS 🙂