Detalles

Cuantas veces se dice, al recibir un regalo que no gusta demasiado, «lo importante es el detalle». Supongo que detrás de esa frase hay muchas veces que leer algo así como «menuda mierda de regalo, pero vamos, que encima te lo tengo que agradecer porque te has acordado». Para mi, sin embargo, esa frase tiene mucho sentido y es muy cierto. Para mi, los pequeños detalles son muy importantes, ese hecho de acordarse de alguien y regalarle algo, tiene mucho valor. Por lo menos, yo lo agradezco siempre sobremanera.

Para mi en muchas ocasiones tienen mucho mas valor los pequeños detalles que los grandes acontecimientos. Tiene mas valor para mi un «te quiero» inesperado una mañana cualquiera que un gran ramo de rosas rojas en San Valentín. Por supuesto, en las «grandes ocassiones» también hay que acordarse de los seres queridos, pero le doy mas valor cuando alguien me aparece un día con un sencillo llavero con el simple motivo de «lo he comprado porqué me acordé de ti». Tienen mucho valor esos pequeños detalles.

Por desgracia, también tienen mucho valor la falta de ellos o los pequeños detalles negativos. No recuerdo si fue el año pasado o el anterior cuando en Gran Hermano alguien le cogió auténtica manía a una chica de allí. Llegó el momento en que cualquier comentario que hacía, cualquier tontería que no debería tener mas importancia que la de un simple comentario desafortunado, se convertía en algo detestable. Lo importante en si no era ese comentario, sino la acumulación de múltiples detalles uno tras otro.

Algo así me está sucediendo a mi ahora. Sin llegar a coger manía a nadie, pero si llevo ya un montón de detalles, pequeños y grandes, que hacen que ya cualquier cosa pequeña siente mal, duela o moleste. Son muchos detalles feos y amargos uno tras otro y muy pocos dulces, lo que hacen que la balanza esté totalmente inclinada al lado negativo. Así, cualquier que puede tener poca importancia se convierte en un peso mas que inclina la balanza hacia lo malo. De nuevo se han unido dos detalles mas especialmente pequeños pero que vuelven a doler.

Por una parte, me he vuelto a sentir totalmente ignorado cuando, tras seguir los sabios consejos que me habéis dado en este blog, he decidido no callar y, educada y tranquilamente, exponer mis argumentos sobre una decisión que consideraba errónea. El resultado ha sido, por supuesto, que no se me diera la razón y no conseguir nada. En cambio, unos minutos despues, otra conversación con otra persona sobre el mismo tema, exponiendo los mismos argumentos que yo había expuesto un rato antes si consigue resultados positivos y un cambio de actitud, reconociendo, aunque no a mi, que lo que yo estaba exponiendo era cierto y que había que tomar otras medidas. Zas, en toda la boca para mi.

Por otro lado, de nuevo mis intentos de dejar las cosas claras sobre la falta de reconocimiento de mi trabajo consiguen que otras personas se vean algo mas reconocidas por las cosas que hacen, pero otra vez no me toca a mi ese tema. Yo sigo recibiendo palos y presiones. En esta parte, por lo menos me puedo sentir algo contento, ya que aunque no me haya resultado beneficioso a mi, si lo ha sido para otras personas que igualmente lo merecen y no lo obtenían.

En definitiva, y tras una nueva discusión esta tarde en la que he vuelto a intentar exponer mis argumentos sobre porqué no me merecía de nuevo mas historias y mas «putéos», en la que de nuevo no he conseguido ninguna respuesta positiva, me voy dando cuenta que quizás el problema esté en mi, en mi jefe o en la conexión entre ambos. Parece como si un hablara Ruso y otro Chino. No hay forma de que consiga hacerle entender de ninguna de las maneras mi punto de vista cuando intento darlo, e igualmente no comprendo como puede ver las cosas en la forma en que lo ve, no entendiendo las razones que le explico y la realidad de la situación.

Supongo que yo lo tengo muy claro y por eso no consigo entender su postura. Posiblemente a el le pase lo mismo, que lo ve todo tan simple que no entiende que puedan haber otros puntos de vista. El caso es que, pese a los intentos reiterados, me doy cuenta que es algo imposible. Creo que para hacer entender mi mensaje necesito un traductor (como ya he contado que ha pasado), así que me temo que volveré a mi actitud pasiva: recibir los palos y callar. Igualmente los recibo y lo único que consigo hablando es perder tiempo y discutir, cosas que no me apetecen en absoluto.

El resultado seguirá siendo el mismo y, si consigo llegar a ignorar esas situaciones y ser capaz de pasar de ellas, conseguiré lo que otras personas en la oficina: ir a trabajar, pasar de tema, no preocuparme por el trabajo bien hecho sino solo de cobrar a fin de mes habiendo hecho lo justo. Me parece que, llegada esta situación, no me merece la pena seguir comprometiéndome por hacer el trabajo lo mejor posible o porque salga todo el trabajo. Hay gente que no se preocupa en absoluto y, al menos en apariencia, viven bastante mas felices que yo.

5 comentarios en «Detalles»

  1. Me quedo, entre otras cosas, con la idea del final: «pasar» del tema porque los demás pasan y parece que viven mucho más felices que yo. Cuántas veces habré llegado a la misma conclusión que tú ahora… y cuántas veces he sido incapaz de cumplir ese objetivo. Te aseguro que, si eres de la misma pasta que yo, vas a ser incapaz de conseguirlo. Los que somos así («curiosos e inquietos» lo llamaba un familiar mío de igual pensamiento) no nos conformamos con agachar la cabeza, aguantar el chaparrón sin pensar nada y callar. No sé por qué, pero no va con nosotros. Al final, pasa que vuelves a los mismos pensamientos de siempre, quieras o no. Reconozcámoslo (o al menos, yo lo reconozco): no sé vivir «pasando» y feliz. Prefiero intentar vivir implicándome e intentado ser feliz. No sé hacer otra cosa.

    Lo que sí opino, amigo, es que tu situación está ya muy desgastada. Es el caso en el que yo diría: si sigues así, acabarás por rebentar, o tu actitud (que ya lo está siendo) y tu salud (que dijiste que también) se verán seriamente afectadas. En esos momentos, lo mejor es dejarlo, si no hay solución. Pero claro, no conviene quedarse sin trabajo y, mucho menos, en estos tiempos. ¿Mi remedio? Quizá no parezca gran cosa, pero intenta sacar esa actitud positiva que tan bien funciona. Dices que te gustan los pequeños detalles (a mí también): saca el máximo de cada partida a la consola, de cada peli que veas, de cada caña con los amigos, de cada conversación agradable con algún cliente o proveedor (que alguna debe haber)… Cuando un ser tiene desventaja en algo (o complicaciones, o desilusión, como lo queramos llamar) debe poner de su parte todo lo posible por potenciar otra cosa. Quizá eso funcione.

    Por lo menos, que sepas que no estás solo. En el mundo somos muchos más como tú, con esas inquietudes, esas ganas de implicarse en las cosas. Amamos los pequeños detalles y, estos, muchas veces nos corresponden. Por mi parte, todo un placer leer estos posts tuyos tan personales y, si consigo prender una mínima llama de positividad, perfecto.

    Un saludo.

  2. Que razón tienes, M2Hero. Yo también lo he intentado en mas de una ocasión si exito, pero esta vez me lo voy a proponer de nuevo con mas convicción.

    Como bien dices, intento sacar fuerzas de cada conversación agradable, de cada rato con algunas compañeras con las contacto especialmente bien, aprovechar cada momento fuera del trabajo para recoger energía positiva.

    Me gusta mucho esa definición de «curiosos e inquietos» de ese familiar tuyo. Creo que da totalmente con la clave. Creo que muchos no podemos conformarnos con pasar por la vida o el trabajo simplemente dejándolas pasar, somos inquietos y nos gusta involucrarnos. Habrá que resignarse.

    Muchas gracias por los ánimos, amigo M2Hero. Un saludo.

  3. Ostras !! que post mas profundo. Entre los dos habeis creado un ambiente muy … no se como decirlo, pero casi no me atrevo a escribir nada por no molestar con tanto sentimiento a flor de piel y tanta metafisica destapada.

    Venga, leche que la vida son dos dias y hay que disfrutarla. Si alguien pasa de ti … a tomar por culo a la primera de cambio y si tienes que lidiar con ella / el a diario pues pasas de su careto y punto.

    Se que no es tan facil pasar de una situacion asi (te lo digo porque yo tambien sufro en silencio, jejejeje), pero la verdad es que no se me apetecia ponerme «sentimentalon» …

  4. No hombre, no es tan profundo, jeje. Es tan sencillo como que, al final, hay que saber disfrutar de los buenos momentos y los otros intentar tomarlos con mas pasotismo, aunque a veces cueste.

    Una cervecita (que espero pronto, chavalote) con un amigo, o una tontería que de tu hijo que te haga reir, … cualquiera de estos detalles son los que tenemos que saber apreciar.

  5. Si, si, no me lo nieges, os habeis puesto sentimentalones los dos, jejejejeje, bueno, lo dicho, a disfrutar de la vida, de esos pequeños detalles y que le den por el culo al que no le guste, ¿no?.

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