Análisis El Padrino II

Empecemos por el principio del juego. Estamos en Cuba y en una reunión de capos de la mafia. Están repartiendose el mundo y celebrando lo buenos que son, cuando surge la revolución en la isla y te ves obligado a ayudar al jefe de tu familia a escapar, a tiro limpio por las calles de Cuba. Una vez conseguido, tu capo queda impresionado y ante las luchas de poder que se avecinan, te ofrece formar parte de la gran familia y crear la tuya propia en Nueva York. Obviamente aceptas y una vez en Nueva York comienzas a formar tu familia, en la que inicialmente tendrás solo un miembro pero que con el tiempo y el prestigio que vayas ganando irá aumentando.

Cada miembro de la familia que elijas tendrá, en principio, una especialidad. Unos serán pirómanos, otros expertos en explosivos, médicos, matones, ladrones de cajas fuertes… Podrás subirlo de categoría mas adelante y también aumentarán sus habilidades, pudiendo hacer varias funciones la misma persona. Cada una de estas especialidades será necesaria para realizar ciertas acciones, así que al principio no podrás hacerlo todo hasta que no vayas sumando miembros. De estos tipos que se van uniendo a tu familia, podrás llevar contigo a lo que se denominan allegados, tres como máximo aunque tu familia llegue a tener mas miembros. El resto quedarán en espera y podrás asignarles otras funciones. ¿Y como ganas ese prestigio y te vas haciendo con una familia? Pues vas eliminando miembros de la banda rival y te vas apoderando de garitos y de lo que podríamos llamar «cadenas» de dichos garitos. Expliquemos cada una de estas funciones, que son en si el juego.

Respecto a las familias rivales, para acabar con ellas tienes que ir acabando con todos sus miembros uno por uno. La «gracia» consiste en que a cada miembro lo tienes que ir eliminando de una forma distinta. Con un disparo a la cabeza, un bate de beisbol, una paliza, tirándolo por una azotea… Para saber como, vas encontrando a gente por la calle que te pide favores del mismo estilo (dale una paliza a tal persona, atropéllala, mátala de un tiro…). Una vez hagas este favor, te dirá donde está y como debes liquidar a uno de los miembros de una de las familias rivales. Vas acabando con ellos poco a poco y finalmente liquidas al capo que está en la guarida central de la familia, donde se han recluido todos los miembros restantes, destruyendo además esta guarida.

En cuanto a los garitos, son la base del negocio. Ya he comentado que tiene cierto componente SimCity, y está en esto de los garitos. Como ya sabéis, no es nada personal, solo negocios. Y todo negocio tiene unos gastos y unos ingresos. Debes pagar a los miembros de tu familia y necesitas dinero para mejorar armas, formar a tus miembros, etc. Este dinero sale de los garitos. Los hay de varios tipos: Puticlubs Clubs de alterne, salas de juego, garajes ilegales, tráfico de drogas… Cada uno de esos garitos genera unos ingresos. Si además consigues todos los garitos de un sector, obtendrás beneficios como aumento de lo que ganas por cada uno de ellos y cosas especiales, como chalecos antibalas, coches blindados u otras ventajas. La forma de hacerte con un garito es liquidar a todos los guardias que hay y localizar al dueño. Una vez localizado, tienes que buscar su punto débil para «convencerlo» de pasar a tu bando. Puede ser que con solo apuntarlo lo asustes, o le tengas que dar un par de tortas, quemarle parte del tinglado,… Lo presionas un poco y el garito es tuyo. Una vez en tu poder, lo suyo es ponerle unos guardias para que lo defiendan de otras familias. Obviamente, cuantos mas guardias le pongas, mas seguro estarás de no perderlo, pero cada guardia tiene un precio y ya he dicho que tienes que ir pendiente de tu nivel de gastos e ingresos. Mientras no tengas unos pocos garitos, no podrás dotarlo de muchos guardias.

Y esta es la base del juego. No hay mucho mas. Irás aumentando tu imperio, viajaras a otras ciudades ya que parece que Nueva York se te queda pequeña y jugablemente irás repitiendo estos ataques a garitos y enemigos para ir extendiendo tu imperio. Al principio resultaba divertido, pero al cabo de unas horas, me ha resultado tremendamente aburrido.

Por una parte, gráficamente es un clon malo de GTA IV. El look es muy similar, pero con todos los elementos por debajo de la obra de Rockstar. Ni el detalle de los edificios, ni las calles, ni los personajes, ni los coches…. nada esta ni remotamente al nivel de Liberty City. Y no es que yo lo quiera comparar, es inevitable hacerlo viendo el sistema de juego y el tremendo parecido gráfico existente. Y por desgracia esta comparación ya le hace perder un buen puñado de puntos.

Respecto a la jugabilidad, es tremendamente mala. En muchísimas ocasiones los personajes atraviesan paredes, se quedan atascados en sitios absurdos, los coches son horribles en su control, chocas con una farola y en ocasiones desaparece sin mas. En cuanto a los tiroteos, el apuntado automático es el mas absurdo que he visto nunca. Teniendo un enemigo a 2 metros para dispararle a bocajarro con la escopeta que tienes equipada, el apuntado automático se pone a mirar a un tipo que esta en una azotea a 200 metros donde nunca llegarás con las escopeta. Tremendo y frustrante.

Pero es que el catálogo de despropósitos llega mucho mas lejos. Cuando llevas tus tres allegados, los tres miembros de la familia que te ayudan, están tremendamente implementados. Para empezar, tu robas un coche en la calle y si es de 2 plazas, pues solo se monta uno en el coche. Al principio pensaba que los perdía y buscaba de 4 plazas. Craso error, no te preocupes por tus allegados. Se buscan la vida tan bien que incluso cuando tu llegas a tu destino, mientras bajas del coche ya ves que aparecen a tu lado. Y sin coche ni nada, ya han aparcado y todo. Pero lo mismo cuando vas subiendo unas escaleras para llegar a un piso, los dejas abajo y se ve que ellos saben donde está el ascensor y al llegar tu ya están ellos dentro. Vaya sustos que me han llegado a dar.

Estas cosas, a mi me dan sacan mucho del juego, no me dejan disfrutarlo para nada. Luego la trama tampoco me ha interesado, lo reconozco. No puedo contar mucho de ella porque es que me aburría soberanamente y la ignoraba, cosa rara en mi que me gusta ver todos los vídeos y enterarme de lo mejor posible de las historias. Por cierto, nada de historias secundarias, solo la trama principal. Podéis robar bancos, hacer favores a la gente y cosas así, pero aparte de dinero para las mejoras, no aportan nada a la trama principal ni enriquecen la historia. Olvidad también carreras de coches, o conducir motos, o hacer mucho el cafre, lo mas es atropellar gente o disparar a peatones, pero tampoco me resulta especialmente divertido, la verdad. Nada de ligues, ni dardos, ni bolos, ni nada de nada.

Y luego el tema de la «Simulación». Nunca he sido muy dado a los juegos de estrategia en tiempo real ni SimCity ni nada de eso. Lo de estar pendiente de varias cosas a la vez no va conmigo cuando juego y en este juego hay algo de eso. Cuando dominas un garito y colocas guardia, antes o despues será atacado por bandas rivales. Pues nada, a tener que enviar a tu gente a defenderlo y estar pendiente de que no te lo quiten. Si la cosa va mal, no te queda otra que ir tu mismo a acabar con el ataque. Y de nuevo esto me saca de la historia que intento seguir.

Resumiendo para terminar. Al principio divierte ver que tienes que matar a cada uno de una forma diferente y un poco lo de ir conquistando un imperio. Al cabo de unas horas, resulta aburrido porque siempre es lo mismo, no ofrece muchas alternativas a la hora de realizar los ataques y la mezcla con los elementos de estrategia a mi no me gusta. Para colmo, el tema de los fallos que desesperan, por no hablar de cosas como el que te dicen «Matalo como quieras» y es mentira. Lo matas y no vale. Tienes que esperar el tiempo que el juego te de para volver a intentarlo de otra manera hasta que des con la correcta, porque en ninguna parte de lo indica, lo cual supongo que es un fallo directamente de programación.

Vamos, desgraciadamente otra decepción. Un juego que no recomendaría ni para probarlo, sinceramente. No merece la pena.