Impresiones Flower

Si señores, he comprado el Flower, ese juego ZEN del que se lleva hablando desde hace un tiempo para la Playstation 3. Ese del que se han dicho chorradas del estilo «es un juego con mensaje», o «Es un juego emocional». Me han parecido sandeces desde que empecé a escucharlas, pero en el fondo ya sabéis lo que me gusta probar cosas diferentes. Y sin duda este Flower tenía pinta de ser completamente diferente.

Tenía 20 $ colgados en el monedero del la PS3 desde que tenía el RockBand y lo cargué para bajar canciones, como me estaban quemando, pues he decido invertir 10 de estos dólares descargando el Flower. Aunque esté descargado del Store americano, los 4 textos que vienen están en perfecto castellano, así que sin problemas. No es cuestión de dinero, porque la conversión al Store europeo no ha sido 1€=1$, así que aquí lo tenemos a 8 €, que es prácticamente lo mismo.

Os cuento que me ha parecido este Flower.

Empiezo por lo malo: Tremendamente corto. Solo 6 niveles, que se recorren sin problemas en 3-4 horas. Buscando los secretos, puede que dure unas 5 horas, porque tampoco son mapas especialmente grandes. Una vez dicho este punto en contra, vamos con todo lo demás, que es tremendamente bueno.

Comenzaremos explicando en que consiste. Se que explicarlo suena absurdo, pero es que es así. Básicamente eres un pétalo de una planta que tiene un sueño. Estás en el balcón de tu ventana, en una gran ciudad gris y sucia, pero en tu sueño eres el pétalo de una flor que está en medio de una gran campiña, rodeado de hierba y otras flores. Caes y eres recogido por el viento, que te lleva recorriendo kilómetros, recogiendo otros pétalos y dando vida a las zonas yermas del campo que te rodea.

Así de sencillo y absurdo a la vez. Como podéis imaginar nuestra misión es ser mas bien el viento que el propio pétalo y tenemos que ir guiando a nuestro querido pétalo a través de los grandes campos en busca de flores que nos vayan aportando mas pétalos que nos seguirán. No vamos convirtiéndonos en una bola, sino que cada uno que recojamos nos acompañará formando una estela que llegará a ser enorme.

Todo el control del juego se realiza con el Sixaxis, inclinándolo a derecha o izquierda para girar o inclinando arriba y abajo para subir y bajar, parecido a como manejaríamos un avión en un simulador de vuelo. Solo empleáremos además un botón para impulsar el pétalo, como si le sopláramos. Cualquier botón, no hay configuración ninguna podemos dar al que nos resulte mas cómodo. No hay mas. No hay pantallas de configuración, ni puntuaciones, ni tiempo, ni ganar o perder… Solo debemos llevar nuestro pétalo de paseo por los campos e ir abriendo dicho campo y llenándolo de luz y color.

Por el camino, habrá diferentes tipos de plantas, algunas que nos impulsarán, otras que nos permitirán dar mas vida al campo además de recoger pétalos y poco mas. Algunas plantas de colores, al recogerlas todas, activarán elementos como un molino o desactivarán torretas eléctricas que es el único elemento negativo que puede quemar algunos pétalos de nuestra estéla. Nada mas puede pasar a nuestro pétalo que le haga daño. Cuando terminas un nivel (es imposible no terminarlo porque no puedes morir), se abre el siguiente que del escaso número de 6 que tiene.

Técnicamente el juego es una delicia. Fluido, con un control exquisito, con una música ideal para la experiencia de juego que propone, unos gráficos espectaculares. Vale, gráficamente no es una muestra de todo lo que da de si una consola, es simple, pero es lo que propone y es fabuloso, con unos efectos de iluminación muy conseguidos, el movimiento de la hierba, el flotar de los pétalos… Todo el conjunto es estupendo y no se le pide mas a lo que propone como juego, por lo que me parece geníal.

Y ya está, así de sencillo. Pero así de bueno. No es un juego fácil, pero me ha encantado. Por fácil no me refiero al parámetro habitual de dificultad en un juego al uso. Ya he dicho que aquí nunca mueres. Cuando digo que no es un juego fácil lo digo porque rompe los esquemas. No hay tiempo, no hay enemigos, no mueres, no tienes una meta concreta, no hay competición. Lo normal es asociar juego=competición. Ya sea contra enemigos o un cronómetro. Aquí te dejas llevar. El juego dura unas 3 o 4 horas, pues yo he pasado después otro par de horas simplemente llevando mi pétalo de acá para allá, escuchando la música hipnótica del juego, viendo como el entorno cambia y evoluciona a nuestro paso. Subiendo bajando, dando vueltas para observar todos los elementos… Es así de sencillo, pasear por el. Sin miedo, sin preocupaciones, sin estres. Lejos de todo lo habitual.

No necesita nada mas. ¿Equiparar esto con arte, poesía y cosas así como han dicho? Yo no entro en eso ni remotamente. Para mi es simplemente un juego distinto, un juego que cogeré de vez en cuando para relajarme y disfrutar de sus efectos y su espectáculo visual y sonoro, aunque no vaya a batir ningún record.

¿Merece la pena pagar 8 euros por el?. Pues para mi si, pero insisto en que podéis llegar a odiarlo y puede pareceros lo mas absurdo del mundo si buscáis lo habitual en un juego. Espero no quedar pretencioso, pero si os digo que para acercarse a este juego tenéis que abrir vuestras mentes mucho mas de lo normal cuando empecéis un nuevo juego.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.