Un par de «perlas»

A estas alturas en la historia de los videojuegos, con un mercado mas que consolidado y confirmandose como una opción de ocio tan valida como el cine, la lectura, la musica, o cualquier otra, todavía tenemos que leer de vez en cuando comentarios como este o este, que se reflejan hoy en Meristation.

Como dijo el poeta: IM-PRESIONANTE. Desde luego, es bien cierto lo que afirma el Presidente del COI (de cuyo nombre no quiero acordarme), que la edad media de los miembros del COI es de 61 años. Y lo malo no parece ser su edad, sino su mentalidad, que parece no haber cambiado de siglo. Comparar deporte con videojuegos me parece una comparación absurda. ¿Porque no lo compara con el cine?. Absurdo, por no decir otro calificativo.

Como buen jugópata ya está uno acostumbrado a este tipo de comentarios desde cualquier lado. El segundo link, por ejemplo, es otro de esos estudios que demuestran la nociva influencia de los videojuegos sobre la mente, especialmente en la de los hombres. Vosotras, jugópatas féminas estáis mas a salvo. Este tipo de estudios creo que demuestran que hay mucho dinero desperdiciándose por el mundo, dándolo a «estudiosos» para sacar conclusiones sobre cualquier tema. Lo que si me molesta del Sr. Director del COI es que se trata de alguien con un supuesto cargo de influencia, cuyas palabras tienen eco mas allá de donde se publique el estudio de marras. Se trata de opiniones de alguien que se supone inteligente y a quien le van a prestar atención. Y si que me han fastidiado sus palabras. 

«El deporte exige austeridad y disciplina». Por supuesto que si, para ser un profesional. ¿Así pretende animar a que le juventud practique deporte? El deporte es diversión, ademas de salud. El deporte profesional puede ser un autentico calvario. ¿Porque no se mete con las prácticas casi fascistas que se emplean en niñas de 8-10 años para convertirlas en reinas de la gimnasia? ¿O con todo el tema de los «suplementos» para mejorar el rendimiento? En el deporte, como en todo, hay cosas buenas y malas. Y cuando el deporte se convierte en profesión deja de ser algo sano y divertido para convertirse en un trabajo mas.

Que el  esfuerzo da auténticos logros, pues claro. Es un logro batir una marca en los 100 metros lisos, pero también lo es llegar a la última pantalla del tetris. Puede sonar absurdo, pero a nivel personal, estoy seguro que supone la misma satisfaccion para uno que para otro, si es que hablamos de logros personales.

Pero aquí viene el tema, creo que a este señor no lo preocupa tanto el logro personal del deportista, sino que tiene alguna preocupación algo mas material. Dice este tipo, «La edad media del participante en una olimpiada es de 24 años, la del espectador es de 46 años…». Hablando de deporte, es lógica la edad media de los participantes, porque el cuerpo humano tiene sus límites y el deporte profesional, salvo contadas excepciones, acaba antes de los 40. Pero lo destacable es su preocupación por la edad media de os espectadores. Aja, señor director. Por ahí hubiéramos empezado. Su interés es que empieza a ver que no hay tanto negocio publicitario, ¿no? Menos audiencia, audiencia envejecida, menos ingresos por publicidad. Ya queda todo bastante mas claro. Motivos económicos intuyo. Esta claro que las nuevas generaciones tienen mas intereses ademas de ponerse delante de la tele a ver como corren unos tipos, o como saltan a caballo, o tiran jabalinas. Ahora las nuevas generaciones cuando se sienta en el sofá delante de la tele, prefieren interactuar con lo que ven. Prefieren internet, o el caso que nos ocupa, que es jugar. Y eso le preocupa a usted, claro.

Por supuesto, no tengo nada en contra del deporte, ni del aficionado ni del profesional. Me parecen admirables los deportistas profesionales, pero no me parece que los jugópatas tengamos que estar en el blanco siempre que alguien quiera criticar algo. Me parece que cada uno debe meterse en sus asuntos y si este señor se encarga de las olimpiadas, que prepare unas muy bonitas, que se batan muchos records y que nos deje en paz. Nosotros no nos metemos con nadie, ¿porque tenemos que estar en boca de todos?