Todas las catedrales miran a la puesta de sol

Todas las catedrales miran a la puesta de sol

Ya os he dicho muchas veces que mi memoria me fascina. No sólo puedo tener más recuerdos pasados que de lo que comí hace dos días sino que tengo lagunas de años en mi existencia y recuerdos nítidos como si hubieran pasado hace unos minutos. Recuerdo a mi amigo Felipe, que según todo el mundo debió ser imaginario porque nadie más lo recuerda. Recuerdo cuando entró un abejorro al patio del colegio cuando vivíamos en Fuengirola y todos los niños nos tiramos al suelo y fuimos casi reptando hacia la clase. Y recuerdo cuando mi padre me contó que la catedrales siempre miran a la puesta de sol.

Recuerdo que estábamos en Toledo. Yo debía tener 19 o 20 años porque recuerdo que se acababa de comprar el que fue su último coche e íbamos a hacerle el rodaje, eso que ya nadie hace. Yo iba de apoyo por si se cansaba conduciendo y no recuerdo porqué no iba nadie más de la familia. Ni hermanas ni madre. Sólo recuerdo de ese viaje el calor que hacía, pocas veces en mi vida he pasado tanto calor como aquellos días, y ese comentario de mi padre.

Estábamos en la habitación del hotel a resguardo de ese calor infernal gracias al aire acondicionado y se veía la plaza de la catedral. Veíamos la puerta perfectamente y cómo se iba poniendo el sol pasando el color de la fachada a ese naranja precioso del atardecer, la hora dorada.

Todas las catedrales están construidas con la fechada mirando a la puesta de sol. Así, cuando el cura da misa por la mañana, el sol entra por la vidriera de detrás

Y yo, 30 años después, no he buscado nada de eso por internet. No he mirado en libros de catedrales, no he preguntado a curas ni gente que sepa, no me he fijado cada vez que veía una catedral si la puerta miraba a la puesta de sol, pero para mi esa afirmación es tan cierta como que después de la noche llega un nuevo día.

Así son los recuerdos de mi padre, los pocos que conservo. Siempre con gesto adusto, siempre afirmando, siempre sabiendo, siempre imponiendo. Para mi no a la fuerza, simplemente las cosas eran como él decía y ya está, no ha más vueltas que darle al tema. Tengo millones de lagunas sobre mi padre durante mi infancia, tengo más recuerdos en su última etapa, ya jubilado, disfrutando de la pintura y el ordenador, pero así le recuerdo.

Todos en casa queríamos ver el 1, 2, 3 los viernes por la noche, menos él. Todo en la segunda tele, que estaba en mi cuarto porque que día mi cuarto era el comedor, viendo el 1, 2, 3 porque él no quería verlo. Él en el salón con el mando y la tele grande. Él mandando, como siempre hacía. No lo digo con rencor, no guardo ningún enfado, rencor o similar. No me molestaba porque las cosas eran así y no había más que hablar. Porque él lo sabía.

Él sabía que todas las catedrales miran a la puesta de sol y yo no necesito comprobarlo para saberlo.

PD: A veces, muchas, no sé porque os cuento estas cosas pero me vienen a la cabeza y hasta que no las suelto no soy capaz de sacarlas de ahí.

6 comentarios en «Todas las catedrales miran a la puesta de sol»

  1. Las catedrales y demás iglesias, deben de tener orientación Este-Oeste, hace tiempo que lo oí/leí. Debe de ser por una razón parecida por la que los musulmanes rezan mirando hacia la Meca.

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