Rencor

Rencor

Estaba el otro día viendo el Chester, el programa de Risto Mejide en Cuatro, y hablaban del perdón. Reconozco que no vi mucho, sólo la parte final de la charla con Irene Villa. Supongo que todos sabéis quién es. Ella y su madre hablaban de perdonar. Que ellas han perdonado a quienes le hicieron aquello sin necesidad siquiera de que les hayan pedido perdón. Ese es el mensaje. Se las veía optimistas, sonrientes, felices. Han pasado página y tal.

Llega el padre de un Guardia Civil asesinado por ETA y se coloca frente a ellas. Él no ha perdonado, se le ve triste, no muestra ese halo de felicidad y bondad de quienes han perdonado. Al final, ese es el mensaje: perdonar te da la felicidad. Y digo yo ¿Porqué?

A ver, que siempre procuro ser positivo y tal pero en ciertas cuestiones me sale mi lado depresivo, como en este. ¿No estará el perdón sobrevalorado? ¿Qué pasa con el rencor? ¿No tiene su parte buena? El rencor mantiene en nuestra mente el daño que nos han hecho y, en teoría, nos ayuda a no cometer los mismos errores, ¿no? Esa debe ser la misión del rencor, alejarnos de volver a sufrir.

Se asocia el rencor a esas personas tristes, penosas, incapaces de pasar página. Quizás pasar página, perdonar sin que ni tan siquiera quien te ha hecho daño se arrepienta, no sea lo natural. La memoria está para algo. Y me vais a permitir que no crea en eso de «Yo perdono pero no olvido». Esa frase implica no perdonar y rencor. Pensadla un poco: te perdono pero siempre te lo tendré en cuenta. Es lo mismo.

No sé, reflexiones que me hago de vez en cuando porque creo que a veces hay que guardar rencor. Es bueno que esté ahí, alertando, alejando del dolor.

Digo yo, que no soy nadie para decir nada. ¿Vosotros qué decís?

10 comentarios en «Rencor»

  1. Yo creo que el rencor te aleja, así que si no puedes perdonar, almenos, olvida… a no ser que no quieras a esa persona, entonces sí, permítete el lujo de encorajinarte. A tomar x… ya hombre!

    • Aleja. Buen concepto. Es un poco de lo que hablamos. Alejarse para no sufrir o que te vuelvan a herir.

      Y lo de encorajinarse siempre es bien

  2. Yo es que soy muy simple, yo no perdono, olvido, muy grande me la han de hacer para que no lo puedo olvidar, asi vivo de una forma mas tranquila…

  3. Yo pienso que el rencor te hace daño a ti mismo. Es como tener una herida y seguir hurgando en ela para no volverte a herir en el mismo sitio. Al final no dejas que cicatrice y no deja de doler.
    Para mí el perdón te da tranquilidad lo que no quita el estado de alerta y el aprendizaje que te ha dejado esa herida que aunque haya quedado marcada ha dejado de doler.
    No sé si me explico pero yo me entiendo ☺

    • Te explicas. Puede ser. Es la imagen que nos venden, la que vendía Risto. El perdón da felicidad pero quizás, el rencor es esa cicatriz necesaria e inevitable en algunas heridas.

  4. Yo creo que el rencor no es lo que te hace aprender. El rencor es como los celos: tóxico y autodestructivo, no constructivo. Considero que se puede aprender mucho de una experiencia y después perdonar y dejarlo ir.
    El perdón además no borra lo vivido, no crea un muro que te ciega y te impide ver qué cosas has hecho mal o bien, quién te ha dañado o qué aspectos de tu vida debes trabajar en el futuro para no volver a hacerte daño. El perdón simplemente te permite vivir en paz 🙂

    • Igual también se puede vivir en paz con rencor, no sé. Los celos sí pueden llegar a ser enfermizos pero el rencor no creo. Como todas las emociones debería ser cuestión de saber gestionarla. Nos venden que esa debemos rechazarla. Igual es como el duelo, que antes se negaba y ahora se fuerza a que hay que pasarlo.

      Interesantes reflexiones las que aportáis. Gracias!

  5. Buenos medios días!!

    Anteayer también me dio por ver ese mismo programa del Chester sobre el perdón y bueno, soy de los que piensa que todo es matizable, que hay que verse en la situación de cada persona y, mientras nadie diga una barbaridad fuera de lugar, de lo que se supone que son unos «valores humanos», respetar los puntos de vista de cada persona, precisamente porque hay unos antecedentes, unos hechos y cada persona se los toma de una manera diferente.

    Yo sí creo en eso de «perdono pero no olvido» en el sentido de que perdonar significa pasar por alto algo que nos ha hecho mucho daño porque hay unos motivos que pesan más en la balanza y que sin duda compensan el daño recibido, y olvidar es algo que, realmente, no hacemos de forma consciente. Uno no olvida hechos o pensamientos de forma selectiva. Además hoy no recordamos algo en particular y mañana nos vuelve ese recuerdo a la mente. En un momento tenso de nuestras vidas, una mala racha, una discusión, pueden aflorar recuerdos negativos del pasado que creías haber olvidado. ¿Cómo valorar entonces algo que no podemos controlar?

    Lo que sí podemos controlar son las consecuencias, nuestras emociones, nuestro estado de ánimo y nuestra forma de actuar según el hecho y la persona que nos haya fallado. A partir de ahí creo que el rencor puede ser positivo o negativo, pero depende de ese «autocontrol», de mantener la cabeza fría en momentos de corazón caliente y hacer lo que uno considera más justo. Por ello coincido plenamente contigo en que el rencor no tiene por qué ser malo y saber pasar página depende de matices pero, sobre todo, de modales y de lo que nos demostramos los unos a los otros.

    PD: tómese todo este rollo como una modesta opinión personal sin más, que ayer ni perdoné ni olvidé, porque hay líneas rojas que uno entiende que nadie puede cruzar.

    Gracias por todo lo que nos aportas Daniel. Un fuerte abrazo.

    • Líneas rojas. Tan denostado concepto por culpa de los políticos pero tan correcto. Hay límites para todo y para todos.

      Y desde luego es una opinión tan valida y que aporta tanto o más al debate que el propio post. Para eso tenéis esta puerta de los comentarios y me encanta que los uséis.

      Gracias y un abrazo.

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