De Millennials y Pollavieja

De Millennials y Pollavieja

Esa cosa tan extraña me llamaron el otro día mis sobrinas cuando empezamos a hablar sobre los millennials en Nochebuena: Pollavieja. Y se quedan tan panchas, oiga. Mira que suena mal la palabrita, no puede ser más desagradable, pollavieja. Por lo que entendí, se trata de lo contrapuesto a los millennials. Ellas se definían, y si pasan por aquí y me equivoco que me corrijan, cómo gente que lucha para generar cambios, que no se conforman con lo que hay, que sienten que mariconez en la canción de Jose María Cano es despectivo y que hay que dejar de usarlo. La conversación empezó más o menos por ahí, más o menos por lo que os conté en este post.

Yo les decía que los millenials, y técnicamente ellas ni siquiera son Millenias, se quejan por todo, que tienen la piel demasiado fina, que hoy en día es imposible decir algo sin ofender a nadie. Cualquier cosa puede ofender a algún colectivo concreto, aunque no se haga con esa intención. Siguiendo con el ejemplo de mariconez, seguramente hay más formas de expresar lo que Jose María Cano quería decir. Podría decir estupidez, ñoñería, ridiculez… pero realmente ninguna significa lo mismo y en ningún momento el autor, cantante y ni el 99,99% de los que hemos cantado decenas de veces esa canción le damos esa impresión negativa y homófoba. Creo que todos entendemos lo que significa esa palabra en ese contexto y es un poco la unión de las tres que he dicho, todo condensado en una palabra.

Parece que hoy cualquier cosa ofende a los millenials y hay que andar con pies de plomo y resulta que pensar así es de pollavieja. Más o menos un carca, anticuado, vejestorio… pero así tan tranquilamente se usa es término hoy en día, oigan. No sé si lo conocíais, para mi ha sido un trama, pero se supone que eso no ofende, claro. Pollavieja, oigan. Pensad en el significado semántico de la expresión. ¿No es feo?. Pero claro, nosotros tenemos la polla vieja y curtida y podemos soportar que nos digan esas historias. Eso sí, a los millennials no les vayamos a decir cosas feas que se nos ofenden.

Por cierto, no sé que pensarán las mujeres cuando les digan ese término o si existe el término chochoviejo, que sería lo justo para no ser discriminatorio para el colectivo femenino. De otra forma no sería paritario y si una mujer quiere sentirse pollavieja no tiene porqué denominarse con un término tan machista, que además ofendería aquellos que por algún problema, accidente o disfunción, carezcan del miembro en cuestión, ¿no? ¿O es que acaso una mujer no puede ser pollavieja? Sería terriblemente discriminatorio que sólo los hombres pudieran serlo.

Total, que llevo con la palabra en la cabeza desde la madrugada del lunes y hasta que no soltara un post no iba yo a quitármelo. Que sí, que si ser pollavieja significa no ofenderme por todo, pues acepto el término como animal de compañía. Eso sí, lo que no admito es que por no ofenderme se me asemeje a Torrente y a otros seres de ese palo. Ahora sale mi lado millennial y me ofendo, porque meterme en ese saco va a ser que no.

Cómo siempre las generalizaciones nunca son buenas. Tomemos todo con un poco de humor, que ni todos los millenials son iguales ni todos los demás somos pollavieja. Pero… ¿Tú cómo ves el vaso?

4 comentarios en «De Millennials y Pollavieja»

  1. Los «pipiolos enterados» que «van de guays y no llegan a chachi». Se ofenden con lo que comentas y no les parece mal que el novio de una de los de la «mariconez» la tratase como un trozo de carne en directo (en la reemisión «misteriosamente» no se vió). Son también los que dicen: todos, todas y todes; que también se ofenden con «agarrar el toro por los cuernos» y no me extrañaría que también lo hiciesen con «hasta el rabo todo es toro» o frases/dichos similares de toda la vida en las que se incluya a un animal. También son los que en pleno invierno van con los tobillos al aire aunque el termómetro no supere los 5º (siendo generoso). Quizás a las mujeres les llamen «tetasviejas» o «coñoviejo», que para ellos no será ofensivo. Así que, yo soy realista: el vaso por la mitad, pero con las tonterias que hay que aguantar ultimamente a los «millenials» el vaso de la paciencia me lo tienen a deber.
    ¡Feliz salida y entrada de año!

  2. Como siempre, mi querido Daniel, «tirando a dar» que se suele decir o, en el lenguaje de toda la vida, poniendo las cosas en su sitio. Demasiada tontería se respira en el ambiente de esta nuestra querida sociedad en la que se mezcla gente de todo tipo de clases y estilos de lo más variados. A mí me deja atónito todo esto, como a tí, como a muchísima gente que no comulga con lo que nos quieren vender o hacer ver en la televisión y en las redes sociales. Que no, que somos de vieja escuela (33 añitos me avalan y lejos de ser un millenial, pocos pero suficientes) y muy orgullosos de serlo porque, si algo nos caracteriza, es que sabemos escuchar e intentamos aprender de cada situación, sin dar pasos por la vida como un «sabelotodo de todo y porque yo lo valgo».

    Sublime una vez más. Un fuerte abrazo caballero!!

    • Desde luego que tontería mucha y desprecio también se nota en ese palabro. Pero bueno, aquí seguimos habiendo sobrevivido a muchas cosas y, aunque no lo parezca, luchado contra mucha injusticia también.

      ¡Un abrazo!

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