Septiembre. Otra vez

Septiembre. Otra vez

Sí, ya sé que estamos casi a mitad de septiembre y este post es el típico que pongo un primero de septiembre lleno de propósitos de año nuevo. Sí, ya se que os lo he contado antes, todo el rollo de que septiembre es para mi el comienzo del año, más que el 1 de enero, y cada año por esas fechas nos deseamos felices fiestas, feliz año nuevo, bla bla bla. ¿Por qué no convertir este post de septiembre en otro clásico? Quien sabe. Haciendo una búsqueda rápida ya os he dado la tabarra un par de veces en estas fechas así que vamos a ello. O no.

Y es que efectivamente llevo varios días dando vueltas a este post. Al comienzo del año. Noto que cada vez está más oscuro por la mañana cuando me levanto, que las noches llegan antes, que a media noche a veces me tengo que poner la sábana por encima (no mucho), que el tráfico mañanero va cambiando. La ciudad se despereza del letargo veraniego y vacacional. En breve los niños estarán en los colegios, los que han retrasado sus vacaciones para aprovechar las ofertas de septiembre dejarán atrás sus vacaciones y todos estaremos de vuelta. Lo noto, sé que es septiembre, pero este año no ando yo demasiado ilusionado, qué le vamos a hacer.

Por desilusionado no entendáis necesariamente triste, simplemente falto de ilusión. No sé exactamente donde estoy y lo que es peor, no tengo muy claro hacia donde quiero ir. Nunca he sido de pensar mucho y menos en el futuro. Siempre me he dejado llevar pero cuando ha llegado el momento de tomar decisiones procuro plantearme donde me llevarán. Las últimas me han llevado por caminos bastante insospechados. Mi vida anda un poco revuelta en algunos aspectos y vacía en otros. Ha habido cambios, crisis (en el sentido de cambio, no necesariamente con la connotación negativa que se le suele dar). Confieso que hoy por hoy estoy perdido. Creo que es ese vacío lo que más me afecta hoy en día pero supongo que es un conjunto de todo.

Otros años comienzo septiembre con ilusión, con ganas de dar caña a la vida, especialmente los últimos. La vuelta a la rutina es importante para mi. El comenzar de nuevo, me hago propósitos de enmienda, me propongo retos, me dispongo a mejorar lo bueno. Este año no me apetece nada, la verdad. Me seguiré dejando llevar. Siento que este barco lo está llevando el viento donde le place y no me apetece coger el timón y dirigirlo hacía algún sitio porque no encuentro ningún puerto al que me apetezca llegar.

He estado viendo estos días la tercera temporada de Narcos. Muy recomendable, por cierto. En una escena Javier Peña le pregunta a uno de sus colaboradores donde se ve dentro de 5 años y le sugiere que si quiere seguir ese camino no haga más preguntas. Dentro de 5 años. ¿Vosotros os planteáis la vida a largo plazo? ¿Donde estaréis laboral y/o personalmente dentro de 5 años? ¿Tenéis ambiciones? Laborales o personales, me da igual. Lo mismo os imagináis dentro de 5 años habiendo ascendido del puesto que tenéis a uno un par de escalones por encima en vuestro trabajo, ganando 500 euros más al mes. O quizás os imagináis fuera de ese trabajo haciendo algo que sea vuestro y en el que no dependáis de nadie. Quizás pensáis que habréis aprobado por fin esas oposiciones y que habréis pasado por unos cuantos destinos alejados de vuestra ciudad pero ya estaréis cerca de conseguir el traslado.

Puede que en 5 años os imaginéis casados. Puede que incluso ya hayáis pensado con vuestra pareja el nombre de vuestro hijo y que en 5 años estaréis buscándole un hermanito. Puede que tengáis una hucha donde vayáis metiendo dinero cada mes para dentro de 5 años tomaros un año de excedencia en vuestro puesto de trabajo y dedicarlo a recorrer la India. Puede que tengáis esa capacidad de previsión o esa ilusión, no lo sé ¿La tenéis? Yo nunca la he tenido pero estos días menos aún.

Lo hablaba el otro día con una compañera y creo que igual debería tomar algún complemento vitamínico de esos maravillosos que te levantan el ánimo. Seguramente sea eso que llaman «astenia otoñal».

Sea como sea, bienvenido septiembre.

2 comentarios en «Septiembre. Otra vez»

  1. Pues la verdad es que tampoco suelo hacer planes a tan largo plazo, las cosas las planeo como mucho con 2 o 3 semanas de antelacion, no se puede decir que sea un viva la virgen, pero eb muchos casos hacer planes para mas tiempo conlleva que ese tiempo te los cambie por completo, y, esperemos que tu pequeño bajon se pase rapido, en todo caso, ¡Un abrazo amigo Daniel!

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.