1000 maneras de jugar a videojuegos

1000 maneras de jugar a videojuegos

VideojuegosLos que me conocéis sabéis que meencantan los videojuegos. Los que me conocéis «blogueramente» hablando sabéis que incluso tuve mi querido y a veces añorado blog sobre videojuegos, el blog del jugópata, del que siempre digo y diré que me siento muy orgulloso. Los videojuegos siempre han sido una de mis pasiones desde que tengo uso de razón y aunque tenga un poco dejado de lado este placer, en el fondo ahí sigue y últimamente lo estoy retomando. Y a santo de eso hay un par de cosas que quería comentar.

Por un lado, está el tema de la gente que dice eso de «es que a mi no me gustan los videojuegos». A mi francamente me sorprende, no lo puedo evitar. ¿Conocéis a alguien que diga «a mi no me gustan las películas»? O «a mi no me gustan los libros» o «No me gustan las canciones». A todo el mundo le gustan algunas pelis y otras no, algunas series, algunos libros, canciones, cuadros, fotos… Despreciar «los videojuegos» en abstracto me parece quedarse muy mucho en la superficie.

Recuerdo a Lina, un compañera de hace muuuuchos años en mi anterior trabajo. No había consolas ni nada pero ya estaban los Commodore, Spectrum, recreativas y algún videojuego para ordenadores arcaicos con pantallas CGA de esas de 4 colores, si no me falla la memoria, o incluso monocromos. Descubrió el Sokoban. Era un juego de ingenio muy sencillo en cuanto a mecánicas pero terriblemente complejo en cuanto a su profundidad. Un rompecabezas, un juego de puzzles que no os voy a explicar pero que podéis probar online pinchando aquí. Haréis sin pensar los primeros niveles pero recuerdo a Lina llevándose las pantallas dibujadas en papel cuadriculado a casa porque no tenía ordenador y seguía dándole a la cabeza por la noche para llegar por la mañana y superar el nivel. No es que no le gustaran los videojuegos, es que le gustaban los videojuegos de puzzles. Luego se paso a aventuras gráficas, a Lemmings, y similares (Por cierto, una delicia volver a jugar a Los Lemmings vía Web aquí).

¿Quien no ha echado alguna partida al Solitario o al Buscaminas de Windows? ¿Y al Candy Crush? oh oh, siento deciros a todos aquellos que «no os gustan los videojuegos» que SON videojuegos. Lo que pretendo decir es que en el fondo «videojuegos» es un término genérico y que hay mil formas maneras de jugar videojuegos. Todo es cuestión de no cerrarse y de darles oportunidades. Yo detesto las pelis de vaqueros. Me aburren soberanamente, pero no pero eso dejo de ver pelis.

Y lo de las mil maneras me llevan a otra cosa que quería contaros y es lo de la competitividad que se supone que fomentan los videojuegos. Hablaba hace un rato con una Amiga sobre su forma de jugar a juegos de mesa. No se pica. No es de estas personas competitivas que quiere ganar a toda costa. Que no significa que no le gusta ganar o que pierda a posta, pero no es su fin. Y ese tipo de jugadores me encanta. A nivel videojuegos sólo he encontrado una persona así. Llevamos años y años jugando a todo tipo de juegos. Boxeo, lucha, futbol, disparos… En solitario y sobre todo juntos en los últimos años. Y si es en modo cooperativo mejor.

Cooperativo significa que cada uno debe colaborar para terminar la partida, no aniquilarse el uno al otro. Aún así, hay veces que nos «fastidiamos el uno al otro. Me comentaba el otro día que jugando con otro amigo sin querer le «hirió» con fuego amigo. Cuando le revivió, mi amigo le disparó y para «vengarse» y se reía. El amigo no entendía la gracia porque jugaba en serio. Jugar en serio, ufff. Con la de cosas en serio que tenemos que hacer cada día. Jugar es diversión. Es MI manera de jugar, una de las mil que existen. El me dispara, yo le disparo y como nos descuidemos empezamos una competición paralela al juego real en la que somos gato y ratón y nos partimos de risa cada uno en su silla separados miles de kilómetros.

SoulCaliburDescubrimos que esta era nuestra forma de jugar hace muchos muchos años. Dreamcast. Soul Calibur. A muchos os habrá recorrido un escalofrío de placer al leer esas palabras. Juego de lucha. Competición cuerpo a cuerpo absoluta. No puede haber juego más competitivo que ese. Pues ni por esas «competíamos». Por supuesto que cada uno quería ganar cada uno de los combates y luchábamos a muerte, pero nuestras risas eran antológicas. Creo que sólo con ese juego hemos llegado a pasar una noche entera en vela. Daba igual quien ganaba más o menos partidas. Lo importante era hacerlo espectacular. Lo importante era hacer esa maña imposible. Y la disfrutaba tanto el que la hacía como el que recibía el daño.

Esa es nuestra manera de jugar videojuegos y los videojuegos que nos gustan. Pero quedan 999 más para que descubráis la vuestra. Cada uno tiene su género, sus juegos, su forma de disfrutar, pero por favor no reneguéis ni de los videojuegos ni de todos los que disfrutamos con ellos cada día.

8 comentarios en «1000 maneras de jugar a videojuegos»

  1. Yo los uso para desconectar, y si son de tiros bien sirven para descargar rabia y tensión contra algo/alguien.

    A todos nos gusta ganar, pero hay veces que se alinean los planetas y coincides con gente que los usa para divertirse, la excusa perfecta para pasar tiempo juntos y echar un buen rato sin más pretensiones.

    Eso lo he vivido, no en videojuegos pero si en juegos de rol, hacíamos lo que queríamos; simple y llanamente por reírnos y pasar el rato… y bien cafres que eramos!!

    Buenas noches, y un abrazo!!

    • Esas alineaciones son las que molan!! Y si, yo también los he usado a veces a modo de saco de boxeo para descargar mi rabia y/o frustración 🙂

      Abrazo, Jordi!

  2. Yo como norma general, juego para quitarme tensiones y desconectar y casi siempre en solitario, aunque siempre recordare partidazas a 4 con las Tortugas Ninja y me lo pasaba muy bien con el CowBoys de Moomesa, pero desde que llegue al mundo consolero el Halo, los Gears y COD, mas los Forza me han hecho tener muy buenos ratos (y con los juegos de carreras tambien he tenido momentos de jugar con mis compañeros en plan «ir a chocarnos» descacharrantes) es un juego, y a veces hay que asumir que toca perder, las cosas como son, hasta los jugadores profesionales del Lol pierden, porque no tengo que hacerlo yo…

    • Es que es como suele decirse del camino: hay que disfrutar tanto el camino como llegar. A veces incluso saltarse las reglas del juego, videojuego, es lo divertido. Lo importante siempre será que al final uno lo pase bien. Aunque a veces ese «pasarlo bien» sea comerse la cabeza a ver como salvo a todos os pu**s Lemmings, jajaja.

  3. Yo soy muy de jugar a juegos donde no haya que competir, porque soy muy zen y la gente enfurecida me estresa. En los mmoprg (massively multiplayer online role-playing game) nunca suelo ser la que tiene la mejor espada o la mejor equipación, que se suele conseguir matando bichos muy gordos o cargándote al resto de los jugadores, sino la que tiene más dinero. Porque en esos juegos me dedico a «mis labores»: recolectar flores, picar minerales, pescar, etc, que son tareas que requieren más paciencia que competitividad. Puedo estar horas y horas en plan zen planeando rutas de farmeo, plantando mis huertos, subiendo mis skills de artesanía… y después fabrico comidas, pociones o armas que vendo en el mercado a precios astronómicos. He creado verdaderos monopolios en el Wow o en el Guild Wars2, lo mío son mafias 😛

    No sé, cada cual juega a lo que quiere y como quiere, que para eso hay tantos tipos de juegos.

    • Esa es la cuestión. Cada uno, incluso dentro del mismo juego, se lo monta como quiere mientras se divierta, que para eso son: para desestresar, no para estresar.

  4. De juegos «antiguos» recuerdo con mucho cariño el Solomon’s Key. De pequeño me pase muchísimas pantallas y hace no poco, jugue y no pasé más de 10… Con emuladores ms-dos o la maravillosa MAME. De cuando en cuando, apetece pasarse un juego entero con creditos ilimitados 🙂
    Aunque tambien lo tengo algo abandonado. El último que me enganchó fue el Need for Speed Undercover. Pero, aún tengo varios por jugar…

    • Ese regustillo de los juegos antiguos es raro que lo cojan los nuevos. Se intenta innovar tanto que parecen olvidar que al final lo importante es la diversión. Y eso, en general, se consigue con mecánicas lo más simple posibles que se te hagan automáticas en nada y a partir de ahí sea disfrutar.

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