El tiempo es relativo

Cuanta razón tenía Einstein, ¿verdad? Lo de que el tiempo es relativo es algo que vivimos y experimentamos a diario. La sensación de que 60 minutos pueden ser eternos o un suspiro la vivimos tantas y tantas veces. Como esos 60 minutos, 3600 segundos, pueden ser interminables cuando se trata de pasarlos sin sentido ninguno o como ese mismo tiempo puede ser un suspiro que apenas notas y que al terminar necesitas que vuelvan a empezar como si no hubieran pasado.

Pero eso es algo tela de obvio. No creo que esté descubriendo a nadie esa sensación. Cuando estamos esperando para irnos de vacaciones 15 días se nos hacen interminables pero esos mismos 15 días una vez en vacaciones apenas nos damos cuenta de que pasan. Y así todo. Así pasa el tiempo de diferente según las circunstancias. Pero esta noche me he dado cuenta de que no sólo esa sensación de paso del tiempo es maleable. También es diferente la forma en que lo llevamos. A ver si soy capaz de hacerme entender.

Llevo muchos años saliendo del trabajo a la misma hora, salvo excepciones contadas, y llegando a casa. Esas horas entre que llego a casa y me voy a la cama pasan sin darme apenas cuenta. Siempre he pensado que este horario me mata y no me da tiempo a hacer nada. Y es cierto que estos horarios de jornada partida que te pillan buena parte de la tarde son criminales. Sin embargo últimamente he decido aprovechar ese tiempo. Y no veáis como cunde.

Llego, aparco por casa y HAGO ALGO. Salgo a dar un paseo, quedo con alguien, camino, compro, tomo el aire fresco, reflexiono… hago mil cosas y de repente me he dado cuenta que si, que cada segundo cuenta. Sin prisas y sin estrés, oiga, pero lo cierto es que el tiempo bien aprovechado sabe mejor. Supongo que antes simplemente veía la tele, navegaba por internet, alguna tarea doméstica… no sé, pero la sensación era que no me cundía, que no tenía tiempo para hacer nada. Me he dado cuenta de que no, que el tiempo es relativo.

Se puede aprovechar el tiempo. Se DEBE aprovechar el tiempo. Viene un poco a colación de lo que os contaba el otro día de disfrutar la felicidad. Intento disfrutarla. Intento que cada segundo cuente. Intento que si un día me quedo en casa  ver una serie o a relajarme, otro salga a airearme y a ver gente. Intento roderarme de gente que me aporte. Me aporte cariño, paz, risas, tranquilidad, reflexión, consejo, sabiduría… es la mejor forma de que cada segundo cuente. Rodearte de gente que haga que merezca la pena.

Y si no, me disfruto. Pienso en todo lo bueno que tengo, en el sol de la tarde cuando aún corre brisa en fabuloso. En que puedo pasear, disfrutar, tomarme una caña… placeres sencillos que antes no apreciaba y que cada día saboreo más porque sé que son un regalo. Cada instante debe contar. Sí, cada día lo tengo más claro. Estrujar cada instante de felicidad. Devorar cada instante de buena compañía.

El tiempo es relativo, pero sin ninguna duda finito. Que cada segundo cuente.

PD: Acompaño este post con una foto que me he hecho esta tarde con unas pulseras que llevan unas frases que no quiero olvidar: Believe y Live Your Dream. Ya os conté lo que pienso de las pulseras. Son unas que acabo de comprar en Diecisietecosas y os recomiendo su web. Creo que son cosas que debemos intentar cada día: Creer, en nosotros, y vivir nuestro sueño