Mi obsesión por las fotos

Mi obsesión por las fotos

FotosLo confieso: tengo un pequeño síndrome de Diógenes con el tema de las fotos. Las conservo, guardo y copio casi de manera compulsiva. Especialmente las personales. Y por personales no son sólo las que yo hago, sino las de mi entorno. Si voy de viaje y alguien hace fotos suelo pedir que me las manden. Antes, cuando eran analógicas, quedaba con quien fuera para revisar las que hacía y también encargar copias.

Supongo que todo esto me viene por mi padre y las miles o quizás millones de fotografías que hay en casa. Entre fotografías y diapositivas no os exagero ni un pelo con la cifra de miles. Millones no, pero decenas de miles apostaría que sí. Además era bastante organizado. Compraba álbumes para las fotos, cajas para los negativos, cajitas y esos «carriles» para las diapositivas. Anotaba fechas y algo para identificarlas. Siempre ordenadas y tratadas con mimo.

Más de una vez me he planteado pasar su colección a formato digital. Incluso llegué a comprar un scanner que tenía un accesorio especial para diapositivas pero enfrentarse a esa tarea es sólo apto para titanes. Quizás cuando me jubile y sea viejito, si llego a jubilarme y ser viejito, me ponga con ello. Él se lo planteo. Rescató muchas fotos de su época de Suiza con mi madre y las digitalizó pero la tecnología doméstica, como siempre digo, le pilló tarde y él se fue antes de tiempo. Era impensable con los medios que tenía ponerse a realizar en serio esa misión por muy paciente que y metódico que fuera. Sea como sea, por ahí quedan y algún día quien sabe.

La cuestión es que guardo esa pequeña obsesión de tener mis fotos siempre ordenadas y en este caso a buen recaudo. Guardo fotos que no sé ni de donde han salido. Me cuesta horrores borrar una foto, aunque sea una estúpida colección de fondos de pantalla que sé que nunca voy a utilizar. De hecho aún guardo una ingente colección de fotos de PlayBoy que algunos amigos lectores de este blog recordarán de donde salió: esa búsqueda incesante en los difuntos «newsgroups» de internet bajando con el Módem 56K de la oficina porque allí era el único sitio donde teníamos tarifa plana. Fotos que hoy en día carecen de calidad alguna y que seguro que se pueden localizar en 20 segundos por Google, pero ahí las mantengo.

Siempre tengo mis fotos al menos en dos discos duros diferentes, ahora están en 3. Las tenía también copiadas en el iPad (que grave error fue comprar el que sólo tiene 16 GB la última vez) y en el móvil, cosa que ahora tampoco puedo. Ahora lo que he descubierto es La Nube y los 200MB de Jazztel así que las acabo de subir a Flicker. Las tenía en Dropbox pero su capacidad es limitada y Flickr me da 1 TB, ahí es nada, donde tenerlas a buen recaudo. Tranquilos, no salgáis corriendo que están privadas porque ahí están todas mis fotos de viajes y demás. Y como último recurso igual la subo también a OneDrive

Me gusta de vez en cuando verlas. Creo que las ordeno más para volver a verlas que por volver a ordenarlas. Fotos de mis viajes. Fotos de mis amigos. De la familia. De twitter. Por supuesto todas y cada una de las fotos que Alicia ha publicado en sus webs y twitter. Las que subo a instagram, las que bajo de instagram… Todas a buen recaudo. Como si de alguna manera así tuviera también a buen recaudo mi memoria.

Igual es por lo de mi padre, igual algo me dice que algún día me vendrá bien recordar esos momentos, igual es pura obsesión por las fotos, no lo sé, pero me pongo muy nervioso cuando la gente dice que lleva cientos de fotos en el móvil y jamás les ha hecho copias. Me pongo muy nervioso. Hago copia como poco una vez a la semana de las fotos que descargo y hago con el móvil. No todas son vitales, pero me gusta mantener ese orden. No me gusta pensar que algún día mi móvil sufra un percance y todo lo que almacena desaparezca. Son tan frágiles los móviles.

Lo he dicho una y mil veces: haced copias, por favor.

4 comentarios en «Mi obsesión por las fotos»

  1. A mi me pasó algo curioso hace unos meses.

    Perdí todas las fotos del teléfono y aún no se cómo pasó.

    Menos mal que desde hacía tiempo, el teléfono copia las fotos automáticamente a Google+

    • Dios bendiga a la nube! Yo uso dropbox pero igual. Lo que mas me fastidio el año pasado cuando comprobé que el iPhone no es resistente al baño en piscina fue que venía de un viaje y lo tenía lleno de fotos que aun no había salvado. Menos mal que se encendió lo suficiente. Desde entonces backup en Dropbox de las fotos siempre activo en cuanto pilla una WIFI

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