Ser bloguero

No es la primera vez que lo digo ni será la última: esto de ser bloguero es duro. Escribir con cierta constancia y mantener una web día tras día requiere algo de esfuerzo. No digo que me arrepienta o que no sea feliz manteniendo el blog, no me malinterpreteis. Si soy bloguero es porque me da la real gana. Porque me apetece, porque me gusta escribir, compartir y porque recibir un comentario o un pequeño detalle por parte de los lectores o de alguien querido no tiene precio.

Esto viene por este post que escribió Alicia en su web hace unos días. Las etapas de un bloguero. Cuantas veces he oído eso de que si escribo tanto es porque algo sacaré. Cuantas veces habrá escuchado Alicia eso de que se tiene que estar forrando con el blog, sobre todo en los mejores tiempos de su anterior web, cuando recibía cientos de miles de visitas al día. Que fácil es hablar sin saber. Que fácil es pensar que esto de ser bloguero es montar una web, generalmente gratis, y dedicarte a escribir cuatro chorradas, o en el caso de Alicia a hacerse cuatro fotos, y poner la mano para recibir pasta. Yo os confieso que no conozco a nadie que lo haya conseguido, y conozco a unos cuantos blogueros y blogueras. Y todos cuentan lo mismo: se trabaja mucho, muchísimo, y se gana muy poco, los que ganan algo.

En general ser bloguero es ser alguien apasionado por lo que escribes. Ya sea tecnología, cuentos, fotos o cocina. Y ser bloguero es tener ganas de pasarlo bien. De compartir ratos con amigos y amigas a los que ni conocerás en la mayoría de los casos. Ser bloguero, los que yo conozco, es tener ganas de dormir menos sólo por el placer de escribir un post del que te sientes orgulloso. Ser bloguero es sentirte feliz con lo que haces aunque no veas un euro. Que equivocada está la gente que se piensa que esto de montar un blog es una chorrada y que en dos semanas te estás forrando. Que bien lo definió Alicia en su post. Y que bien definió lo que suponen detalles como el que Pedro García Aguado tuvo la semana pasada en la blog de Alicia escribiendo una entrada. Ese tipo de detalles son los que hace que ser bloguero merezca la pena, al menos para mi.

Nunca olvidaré cuando la propia Alicia me concedió esa entrevista que me atreví a mandarle por mail. Es de esos momentos que, para un blog tan humilde como este, te llenan. Que alguien que dedica tantísimo tiempo a esto y seguro tiene mil solicitudes de entrevista al día me concediera ese honor si que fue todo un regalo. Eso es ser bloguero. Ilusionarse, hacer una sección nueva con todas las ganas del mundo. Pensar cosas de las que escribir, querer compartir un nuevo descubrimiento, emocionarse al recibir un comentario…

Eso es ser bloguero. Hacer lo que te gusta por el mero hecho de hacerlo. Por eso soy bloguero. Y me encanta. Y es duro, mucho más de lo que la gente que no lo hace pueda imaginarse. Por eso admiro a personas como Alicia Young que día tras días sacan adelante su trabajo y dedican tiempo y esfuerzo a escribir 3-4 post diarios. Ahí es nada. Creo que mucha gente no aprecia ese gran trabajo que está haciendo.

Que ser bloguero es duro, pero llega a merecer la pena.