La imagen es muy importante

Por más que nos queramos convencer de que la belleza está en el interior, que lo valioso no se ve y todas esas cosas, la imagen es muy importante. Lo que proyectamos de nosotros, lo que se ve a primera vista, esa llamada de atención. No lo podemos negar. Luego miraremos el interior y todo eso, y si no hay fondo el envoltorio quedará en nada, pero la imagen inicial importa. Y no hablo en esta ocasión de personas, hablo de todo en general. Me explico.

Hace unas semanas las circunstancias de la vida nos llevaron a tener que visitar varias residencias para personas mayores. Hay muchos prejuicios al respecto, lo sé. Yo soy el primero que tuve reticencias pero llega en momento en que te das cuenta que esa la mejor opción. La única razonable para una persona que necesita cuidados 24 horas. Y os aseguro que en este caso la imagen es importante. Mucho.

La primera que visitamos era una casa, un chalet grande. Jardín descuidado. Habitaciones sin más añadidos que camas médicas, bastante desvencijadas dicho sea de paso. Puertas viejas. Una vieja tele y todos los abuelitos y abuelitas sentados en sillas y sofás viendo Infotmativos Telecinco. Nos miraron al pasar casi sin inmutarse. La conversación con la directora en un viejo despacho. Lleno de viejos papeles, con las paredes llenas de humedades y estampas de cristos y vírgenes varias. Nos cuenta que hay médicos que van cada x tiempo, enfermeros, que personalizan la comida, atención 24 horas… todo genial pero yo no me quito de la cabeza esas habitaciones, esos abuelos con cara de aburridos y esas humedades en las paredes.

Suena bien todo lo que dice, pero esas imágenes rondan mi cabeza y no puedo evitar no sentirme tranquilo pensando que una persona querida vaya a ir a ese lugar. Decidimos seguir mirando y visitando otras. Llegamos a la segunda una media hora después. Nos recibe una chica joven, rubia, bien vestida, impecablemente maquillada (sin exceso) y con una gran sonrisa. Hasta mi hermana comenta «pero que guapísima es esa chica». Comenzamos la visita y nos va contando más o menos lo mismo que en la anterior respecto a visitas de médicos, cuidados 24 horas, cocinas propias y comida personalizada… y nos va enseñando las instalaciones. Mucha más luz, los residentes están hablando entre ellos en diferentes zonas, nos miran y sonríen algunos. Vemos enfermeros/as. Vemos familiares de visita. Vemos un patio cuidado y recién reformado, habitaciones con televisión en cada una… Y por supuesto pienso «Aquí si. Aquí me quedaría yo».

Continuamos con la chica de la enorme y cuidada sonrisa que nos lleva con la directora. No tan espectacular pero arreglada. Un despacho con ordenadores, bien acicalado y sin humedad. No puedo evitar pensar que es fantástico, que ahí si. Y lo que nos cuenta, el interior, es prácticamente el mismo, pero la imagen es muy importante. Desde esa rubia que te recibe. Y no solo porque sea guapa, es que transmite alegría. Se paraba de vez en cuando con alguno de los residentes que pasaban y lo llamaba por su nombre. Y transmitía felicidad.

¿Sólo fachada? ¿Pura imagen? Sólo el tiempo lo dirá, pero como tantas veces en esta vida debes tomar una decisión basándote casi exclusivamente en lo que ves y en tu intuición, así que no queda otra que cuidar la imagen. Es así. Lo he hablado alguna vez con una amiga y siempre dice lo mismo respecto a las personas. La imagen importa, mucho. Luego habrá que descubrir el fondo, pero de momento esa imagen nos ha vendido ese lugar. Hemos visitado otras residencia y recabado algunas referencias sobre esta, que son todas buenas. Así que esa imagen ha conseguido lo que pretendía: que demos una oportunidad a su interior.

PD: La de la foto es la DagaMami. Ayer le dieron el alta del Hospital e ingreso en la residencia de la que os hablo. Más feliz no podía ir y se quedó mucho más sonriente y charlando con unos y otros. A todos los que os habéis preocupado por ella estos días, mandado millones de ánimos, besos y abrazos, muchas gracias de su parte y de la mía.