Kilómetros
Confieso que le estoy cogiendo mucha manía a los kilómetros. Los odio. Siempre me ha parecido muy bonito ese de conducir, coger carretera y manta y aparecer en cualquier lugar. Disfrutar el paisaje y buena música o buena compañía. Precioso todo y me sigue gustando, pero estoy odiando cada vez más todos esos kilómetros.
Porque es distancia que me separa de gente que quiero mucho. O que creo que quiero, o que me gustaría querer, o que empiezo a querer… No sé, #muylocotodo que diría @JotaBenedi. Como ya sabéis he tenido la suerte de conocer a mucha de esa gente que vive habitualmente dentro de mi móvil mientras twitteo. Y algunos han pasado de twitter a otros medios como WhatsApp o incluso teléfono. A medida que cojo confianza vamos llegando a medios más «cercanos».
Pero aún así siempre están esos kilómetros que nos separan. Cientos, incluso miles en algunos casos. Y por más que en un WhatsApp escribas «Un beso», o mandes un abrazo, o un emoticono de una carita sonriente con un corazón saliendo de la boca, nada puede sustituir a un abrazo o un beso de verdad. Incluso a una mirada cómplice, de esas que dicen «no hace falta que digas nada». Es imposible.
Me encantaría que existiera la tele-transportación. Esa máquina que estaban inventando en Tron capaz de desintegrarte y reintegrarte. Y ya de paso, pues te manda por mail y apareces en otra ciudad. Quedar con esa gente maravillosa con la que paso horas hablando por unas vías u otras. Que los kilómetros no existieran. Que en esos momentos en los que moriría por dar o recibir un abrazo pudiera darlo.
Porque ocurre. ¿No os ha pasado? Si no habéis sentido unas ganas inmensas de abrazar a alguien con quien estáis guasapeando es que no habéis guasapeado de verdad. O de besar con todo el cariño del mundo cuando leéis un DM. Si, yo lo he sentido muchas veces. Y he odiado mucho esos kilómetros que me impiden dar ese abrazo y ese beso. Los odio con toda mi alma. Con la misma intensidad con la que siento cariño por esa persona que está al otro lado y a la que no puedo abrazar.
Malditos kilómetros.
la verdad es que hay poco que añadir; es una gran verdad que muchísimas veces querría estar en otro sitio para confortar a esos amigos que lo están pasando mal o cometer la locura de luchar por un amor…
Gran post Dani!!!
Gracias Jordi 🙂
Totalmente de acuerdo contigo, y más si tienes a tu pareja fuera.
La verdad que una máquina teletransportadora sería la caña, o un armario evanescente como el de harry potter, pero bueno, también la distancia nos ayuda a saber si ese cariño, amor, amistad es de verdad.
No desesperes, somos muchos así! Menos mal que existe tecnología como el movil, whats app etc, que podemos comunicarnos todos los días, y no como antaño, que las cartas tardaban 1 semana, y era casi imposible tener amistad fuera de tu municipio.
Gran post. Un saludo
Gracias.
Lo cierto es que si que acercan mucho todas estas tecnologías pero también dan ganas incluso de estar mas cerca. Porque además conoces personas que de otro modo imposible.
Un abrazo!!
Dicen que la distancia separa, pero yo creo que con las nuevas tecnologías une. Une y propicia vínculos difíciles de explicar… como esas muestras de cariño en forma de besos y abrazos, que en muchas ocasiones se sienten más cercanos y sentidos que los que en nuestro propio cuerpo nos puedan dar.
Un abrazo. 🙂
__________Cyrano.
Buen post Dani, efectivamente sucede tal cual lo comentas, pero hay veces que aunque estés lejos puedes transmitir con las palabras de tal forma que sientas (los animos, el afecto, etc…….) de la otra persona.
Saludos.