Valiente o inconsciente

Hablaba el otro día con una amiga twittera, a la que conozco aún poco y que tengo muchas ganas de conocer más, sobre ser reservados en twitter, internet en general. Sobre compartir cañas, desvirtualizar y esas cosas que a mi tanto me gustan. Los dos veníamos de un día regular y estábamos compartiendo mini-penas. En realidad ninguno de los dos contamos qué nos pasaba realmente, pero ambos parecíamos necesitar un hombro amigo en el que apoyarnos.

Hablando de esas cosas me dijo que yo mostraba mucho de mi cuando escribía, que ella no podría y que yo era valiente. Quizás si, cuento mucho, pero como le dije, no todo. Y además es quizás más fácil de contar aquí. O puede que me haya llevado ya tantos palos en el mundo 1.0 que los palos aquí duelan hasta menos. Cuando ya te has llevado decepciones una tras otra y te han cogido tus palabras y hechos y tergiversado de mil maneras, quizás ya importe poco qué me puedan hacer por aquí. O incluso en la vida real. Aunque al final siempre acaba uno llevándose palos.

Me decía que se me veía curtido en esas lides. No lo sé. Por más que uno quiera al final duele. Todo duele. Puedes pensar que tienes el corazón, el alma o lo que sea ya a prueba de todo pero nunca es suficiente. Siempre vuelven a dar donde duele, así que ¿porqué esconderme aquí? Al final el palo, si me lo dan, me lo dan por un sitio o por otro. Soy así. No puedo esconderme. Tengo que poner de acuerdo lo que hago con lo que pienso. Si, supone llevarse mil palos, pero es lo que hay.

¿Valiente? No creo, más bien diría que inconsciente. Entregarme una y otra vez sabiendo que acabaré llevándome la hostia.