¿Podemos quejarnos?

¿Podemos quejarnos?

oficinaHoy la pregunta que hago en el título del post sobre si podemos quejarnos no la voy a responder del todo, porque no sé hasta que punto de verdad podemos quejarnos de ciertas cosas. A saber: ¿Podemos quejarnos de nuestro trabajo?. Pues parece que no. Me explico.

Todos sabemos los tiempos que corren, todos tenemos algún familiar, amigo, conocido que lo está pasándolo entre mal y fatal por no tener trabajo. Pidiendo dinero a amigos y familia, tirando de los pocos ahorros que les puedan quedar, estirando las ayudas familiares hasta límites insospechados… y yo tengo trabajo. Tengo la suerte de no estar en ese enorme grupo de casi 6.000.000 de parados en España. Por tanto debería considerarme muy afortunado por eso y de hecho me siento afortunado muchas veces pero ¿eso me quita el derecho a quejarme?

¿No puedo sentirme mal y protestar por trabajar más horas, bastantes más, de la cuenta? ¿Por ver reducido mi sueldo? ¿Por sentirme estrujado cada vez más? ¿No podemos quejarnos por ver como esto se está convirtiendo en la normal? Precisamente veía el otro día una noticia en informativos sobre ese tema. En ella se confirmaba lo que digo: los españoles que trabajan, trabajamos, cada día echamos más horas y cobramos menos. Ya no sólo por no cobrar esas horas, también por la desaparición de pluses, etc. Y la respuesta de la gente era siempre la misma con distintas palabras: es lo que hay, lo que toca.

Y parece que estás cometiendo un crimen cuando te quejas por cosas del trabajo, pero no creo que debamos dejarnos pisar. Llevándolo al extremo, ¿no tendríamos derecho a quejarnos por volver a tiempos de la esclavitud, donde el patrón tendría derecho a todo a cambio de dar comida y cama? Creo que no, creo que aún sintiéndonos afortunados por tener trabajo en los tiempos que corren también tenemos derecho a protestar, a quejarnos, a intentar exigir algo de nuestros derechos como trabajadores, no esclavos.

No sé, son reflexiones en voz alta que me hago y que me pregunto y os aseguro que no acabo de tenerlo claro. Igual deberíamos tragar y tragar, al fin y al cabo al menos podemos pagar la hipoteca o alquiler y comer dignamente. O quizás llegue un momento que hayamos bajado tanto la cabeza por el miedo al paro, que existe, que cuando queramos darnos cuenta estaremos besando el suelo y ya no podremos levantarnos.

Ahí dejo mis reflexiones para que vosotros reflexionéis… si os apetece.

3 comentarios en «¿Podemos quejarnos?»

  1. Concuerdo con lo que escribis. Es asi, aca en Argentina en la decada de los 90 y parte de la siguiente hemos tenido grandes problemas con la falta de trabajo. La desocupacion llego a valores del 17% o mas. Uno siente que debe estar agradecido porque hay gente que la esta pasando realmente mal, pero la realidad es que de ese presente hay personas que sacan provecho de esta situacion y ante las quejas esgrimen «Si no te gusta, renuncia. Tengo a 100 personas para tu puesto y que estan dispuestos a hacer lo que vos te negas». Una mierda..

    • Exacto. Siempre hay quien abusa y se aprovecha de la situación. Imagina aquí con tasas rondando el 27%. Estamos volviendo muy atrás y me parece que estamos hasta resignados.

      Un saludo

  2. Bueno, esto es tan sencillo como que en esta vida casi nada es blanco o negro sino que hay un montón de tonos entre ambos.

    Pero, no sé por qué, solemos tender a situarnos en los extremos. O adoras algo o lo odias. O estás a favor o en contra. O te cae bien o te cae mal… los términos medios parece que no existen.

    Y con este tema ocurre lo mismo: o eres de los que están en un extremo (en el paro y pasándolo mal) o si no ya tienes que saltar al otro extremo y dar saltos de alegría por tener trabajo.

    Pues no, hay muchos términos medios desde el que tiene trabajo y por la razón que sea no está contento (y con razón) hasta el que aún estando en el paro puede permitirse vivir sin problemas.

    De todo hay en este mundo por mucho que nos empeñemos en formar siempre unicamente dos bandos.

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