El caso

El caso

Un poco de historia

Sé que muchos de los lectores de este blog sois gente instruída y culta. Si no, en vez de en este blog minoritario pero lleno de calidad estaríais por la red buscando porno como o pelis piratas, como hace la gente normal (Es que me tengo que vender, ¿no?). Como tales, seguro que conoceis, aunque sólo sea de oídas como yo, el periódico El Caso. Durante 35 años, este semanario fue un referente de la prensa de sucesos y escabrosa de este país. Crímenes, robos, personajes peculiares… fue el llamado «el diario de las porteras» pero, como suele ocurrir en estos casos, no lo compraban sólo las porteras, que aquí siempre nos gusta mucho eso de decir «si yo sálvame no lo soporto», pero luego quien más quien menos todo el mundo conoce su fauna y sus asuntos.

En la época en que nació El Caso(1952), este tipo de informaciones estaba bastante cortado por la censura, que prefería que la gente leyese noticias agradables y felices más acordes con la realidad que el régimen franquista quería vender de España. Sus problemas tuvo con la censura, que sólo les permitía hablar de un asesinato por edición. El resto debían ser sucesos algo más light, en los cuales iban camuflando discretamente más asesinatos y muertes. Y aún así, el ansia de la gente por enterarse de todos estos asuntos truculentos y morbosos era tal que llegó a competir en tirada con las grandes cabeceras nacionales de época. Cuenta su director en este reportaje del diario Público que las «clases altas» de Madrid compraban el ABC y el HOLA y escondían en medio El Caso para que nadie los viera con ese periodico de tan mala fama.

Y es que al parecer somos así. Nos gusta la carnaza. Nos gusta el morbo. Saber todos los detalles de un asesinato o robo, ver la cara de los acusados y juzgarlos, independientemente de lo que luego digan los jueces. Hoy en día se supone (sólo se supone) que se respeta la presunción de inocencia. En la práctica, esto se reduce a poner el «presunto» delante de la acusación. Presunto asesino. Presunto ladrón… pero luego se suelen dar todos los hechos conocidos como probados y ciertos, cuando no tiene porqué ser así. El asesinato de los marqueses de Urquijo, el Proceso de Burgos, el Lute… muchos casos que adquirieron aún más fama gracias a ese periódico.

Desapareció hace ya casi 25 años por su cada vez menor tirada, pero no es porque a la gente haya dejado de interesarle esos sucesos. Madeleine, Rocio Waninnkhof, Marta del Castillo, MariLuz, los niños de Córdoba, Sandra Palo, el accidente de Ortega Cano… Esos y muchos otros casos, que mi memoria no alcanza ahora a recordar, hubieran sido carne de portada, de muchas portadas, para El Caso. Pero el asunto es que «las porteras» ya no buscan esa información en el periódico. Ahora ponen Gente, El Programa de Ana Rosa, Espejo Público y, por supuesto, los «telediarios» de las diferentes cadenas. Ahora ya no hace falta un periódico y esperar una semana para tener esa información. Ahora, como rezaba el lema del difunto CNN+, está pasando: lo estás viendo. Se mandan equipos, se conecta en directo y se dan todo tipo de datos, opiniones, testimonios… todo al segundo.

La cuarta pared

Y se siguen, por supuesto, los juicios como si de un capítulo de Ley y Orden se tratase. Así, sin problemas, con esa falsa emoción que nos produce verlos. Y digo falsa porque acaba convirtiéndose en un espectáculo. Ojo, no estoy culpando a los medios ni a los periodistas, hablo de ese muro imaginario que se crea gracias a la televisión, esa pantalla que nos trae al salón eso pero, al mismo tiempo, nos asegura que queda ahí y que iguala, en cierta manera, la reconstrucción de los pasos del padre de Ruth y José en ese parque de Córdoba a un caso de CSI.

En el teatro se dice que existe una cuarta pared en el escenario. Además de las tres obvias, existe un muro invisible entre lo que sucede en el escenario y el público que se sienta en su butaca. De hecho, muchas obras juegan con ese elemento o intentan romperlo, bajando la acción al patio o intentando sumar a los espectadores al escenario. En esto de los «sucesos» esa cuarta pared creada por la televisión nos resulta muy cómoda y nadie se va a preocupar de romperla (o casi nadie). El caso allí, el asesino al otro lado y nosotros desde aquí contemplándolo y juzgándolo en la tranquilidad de nuestro hogar.

Y a veces pienso que soy raro porque no me interesan esas cosas, y cada vez menos. No quiero saber los detalles morbosos de los grandes casos y menos aún me interesan los «pequeños sucesos». No soy fan de los sucesos, crímenes, robos y demás. Yo nunca compraría El caso, pero está claro que aquí el bicho raro soy yo porque tuvo muchísimo público que hoy en día sigue demandando esa información… a la manera de los tiempos modernos.

Y a lo que iba: Las Mañanas de Cuatro, el nuevo El caso

¿Os podéis creer que todo lo que lleváis leído no iba a ser más que una breve introducción? Si es que esto de escribir posts se me va de las manos. Me pongo a escribir y las ideas se me agolpan así que finalmente decido dejar lo que en realidad quería contar para otro post que saldrá mañana. Espero que así no os resulte tan pesada la lectura y además me aseguro, si es que esto os ha gustado, que paséis por aquí mañana.

Como siempre a las 10:00, sabréis qué es lo que realmente quería contar cuando comencé a escribir esto.

2 comentarios en «El caso»

  1. De momento y a la espera de la conclusión, sólo decirte que creo que los periodistas son responsables.

    Eso de que las cosas se hacen porque las gente las quiere no es del todo cierto. Hay muchas cosas que simplemente se venden y si no se vendieran, la gente pasaría de ellas.

    Ocupar tiempo de telediario con cosas que no lo merecen no tiene sentido, y sinceramente yo elegiría el telediario que no se recreara en este tipo de información innecesaria.

  2. Me temo que la «conclusíón» te va a sacar poco de dudas al respecto de lo que pienso.

    Yo también pensaba asi claramente, que la audiencia no es excusa… pero poco a poco me han hecho ir cambiando de opinión. La gente es morbosa. Aminora la marcha cuando hay un accidente por si puede ver «carnaza» (una vez que hay policia, ambulancias etc… no es por intentar ayudar), por ponerte un ejemplo claro.

    Que no todo el mundo es así, por supuesto, pero hablamos de la mayoría y hoy por hoy es lo que hay.

    Mañana tendrás más datos, pero me temo que los periodistas, con sus posibles errores, no buscan más que dar a a gente lo que quiere ver. Antes culpaba a las televisiones, cada día más culpo a los que estamos al otro lado.

    Saludos, sansa. Deseando leer tu comentario de mañana 🙂

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