La Marta Fernández entrevistadora

La Marta Fernández entrevistadora

Hace un par de días hice mi particular balance sobre la nueva temporada de Las Mañanas de Cuatro. No me voy a extender aquí sobre el tema, que bastante lo hice en ese post, así que si queréis saberlo, no tenéis más que pinchar aquí para leerlo. Entre las novedades anunciadas, hay varias que siguen en la recámara, como la incorporación de Kiko Narváez en calidad de comentarista deportivo. Esto me interesa poco, os soy sincero, porque salvo los de motor el resto de deportes televisados me importan poco a no ser que se esté jugando un título muy importante para España.

Pero hay otra novedad anunciada que aún no hemos visto. Se hablaba en aquella nota de prensa al principio de temporada de una sección llamada 140 caracteres en la que un entrevistado haría un pequeño comentario a modo de twit sobre como se había sentido en la entrevista. Y lo que me motiva no es tanto esa sección y ese twit como la entrevista en si, porque me encantaría ver a Marta entrevistando a gente importante, más allá de la entrevistas de cortesía de la cadena. Y es que creo que esta es una de las grandísimas Martas que nos estamos perdiendo por ahora, entre otras muchas, la Marta entrevistadora. Vemos algún apunte a veces, sobre todo con Paco Nadal cuando hablan de viajes, y aunque eso no es una entrevista creo que las que puede hacer Marta irían en esa linea.

Si la memoria no me falla, en las primeras semanas Marta habló con Alfredo Pérez Rubalcaba, José Bono y Alvarez Cascos (perdonad mi memoria si olvido alguno). Solo la de Pérez Rubalcaba la hizo en solitario, en el set de los silloncitos del plato de LMDC y fue de las mejores, pese a ser en los primeros días y donde más nerviosa, en teoría, debía encontrarse. No me cansaría nunca de ver a Marta haciendo entrevistas, porque las convierte en charlas interesantes. En alguna ocasión ya he hablado del tema, no recuerdo si aquí o en Territorio Dagarin. No me gustan las entrevistas a lo «Ana Pastor», por poner un ejemplo actual, donde la entrevistadora es la protagonista e incluso se enzarza a veces en discusiones con el entrevistado, haciéndolo sentir incómodo. En las entrevistas que he visto a Marta ella se mantiene en un discreto segundo plano, donde debe estar. Cede el protagonismo a quien ha sido llamado para hablar. Ella solo va dando empujoncitos, va soltando cuerda, va poniendo cebos. Es como a mi me gustan las entrevistas, y no es nada fácil hacerlas así. El entrevistador debe tener confianza en si mismo, tanta como para no importarle ceder su habitual papel protagonista. Debe saber de lo que se está hablando, conocer al entrevistado para ganarse su confianza sin agobiarlo. Debe parecer una charla entre amigos y en este caso esa naturalidad que debe llegarnos, implica muchísimo trabajo previo. Y Marta es muy buena en eso.

Aún recuerdo cuando en esas primeras semanas hubo algún tertuliano que tuvo la desfachatez de echar en cara a Marta que Álvarez Cascos se había escapado sin responder cierta pregunta, como si hubiera sido culpa de Marta y de otros tertulianos (fue una entrevista en grupo) y que ella no le había dejado preguntar. Claro, como se supone que ese tal Carlos nosequé era más guapo y más listo que los demás, él si hubiera conseguido esa respuesta (por cierto, ya no anda por la tertulia). Lo recuerdo porque creó una cierta tensión y me sentó especialmente mal. Eran otros tiempos, con el programa apenas empezado y estoy seguro que hoy nadie hablaría así a Marta que, sin duda, ha sabido ganarse mucho respeto de mucha gente que por aquel entonces sólo buscaba zancadillearla y dejar claro que era una mala sustituta de Concha G. Campoy. Marta ha sabido sortear todo eso a base de trabajo y profesionalidad. Y no es que Marta haga hoy mejor las entrevistas que hace unos meses, sino que la gente no la mirará con esa negatividad y ese rechazo de las primeras semanas, donde no se valoraba su trabajo sino que se trataba de hundir todo lo que se viera en Cuatro procedente de Telecinco.

Marta ha demostrado poder saltar desde lo más frívolo a lo más serio con total naturalidad. Creo que ha llegado el momento de ir viendo más Martas y me encantaría que la primera fuera esta Marta entrevistadora. Una entrevista en profundidad, con seriedad o con simpatía, según corresponda. Es una todoterreno y una curranta que se puede adaptar a todo. No hablo de dos horas de entrevista, pero quizás 15-20 minutos de charla. Serían fabulosos. No todos los días, una nueva sección de las que se van alternando entre semana. Una nuevo título en la parte superior izquierda de la pantalla: «La entrevista» o «La charla».

Daría mucho juego y ahora es el momento de probarlo, en estos meses de calentura electoral donde todos los políticos están deseando coger minutos en televisión, seguro que se prestarían gustosos a aparecer en Las Mañanas de Cuatro y en ese formato de entrevista cómoda y distendida. Todo es cuestión de proponérselo y, una vez se consolide, seguir con la carrerilla para entrevistar a escritores, músicos, actores, científicos, deportistas…. Incluso personajes anónimos o representantes de asociaciones, como la que mantuvo con la gente de juegaterapia. Con cuidado de no traspasar en estos casos la delgada linea que supone el sentimiento y la sensibilidad con el morbo puro, que es algo de lo que quizás se pecó demasiado el verano pasado en El Programa de Verano, donde si la vimos entrevistando casi a diario, pero en este tipo de entrevista, flirteando demasiado con el morbo.

En televisión hace falta un espacio de entrevistas serio, donde poder escuchar a gente que tenga cosas que decir y donde quien tenga algo que promocionar pueda hacerlo con la tranquilidad de que no lo van a meter en una bañera con cucarachas o lo van a someter a un experimento científico con Mentos y Cocacola. Las Mañanas podrían ser ese sitio.

Y Marta Fernández, sin ninguna duda, la persona perfecta para hacerlas.

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