Crítica constructiva: Juegaterapia

Crítica constructiva: Juegaterapia

Ya he hablado en más de una ocasión aquí e incluso en el blog de Marta de esta más que interesante iniciativa, así que en lugar de explicarlo a los que no la conozcáis, os remito a este post en mi blog dedicado a Marta donde podéis verlo incluso en video.

Hay quien me ha llamado no hace mucho «lameculos», con perdón, por dedicar mucho tiempo a alabar virtudes y decir cosas buenas, que soy poco crítico y cosas así. Siempre he dicho que me gusta decir las cosas buenas, pero que si se tercia y veo necesario decir cosas malas, también suelo hacerlo, sobre todo cuando creo que puede servir para mejorar. Por desgracia este post es uno de esos, y me duele especialmente al tratarse de una iniciativa que me gusta tanto como esta.

El caso es que no hace mucho el banco me regaló una XBOX360 con Kinect. Como ya sabréis muchos, ya tengo una XBOX360 en casa, pero sin Kinect, así que mi primer pensamiento fue quedarme con la camarita, vender la consola y sacar unos eurillos por ella. Tras varios intentos, me empecé a plantear que realmente venderla de segunda mano estando totalmente nueva, era «perderle dinero», pero que venderla por la mitad de lo que cuesta, hacía feliz a quien lo comprase pero me hacía sentir un poco absurdo a mi, pero que tampoco me había costado nada, que no perdía mucho… total, que me lié con movidas mentales y al final llegué a una conclusión: dado que no me había costado un euro y que la iniciativa de Juegaterapia me motiva mucho, ¿porqué no donarla a la causa?

Dicho y hecho. Me dirigí a la página y les mandé un correo. Coincidía además con el viaje a Madrid que estaba a punto de hacer, así que me ofrecí a llevarla donde fuera para ahorrar portes y así conocerles. Tras 2-3 correos mios, por fin me respondieron (ya no me gustó tener que insistir) y me dijeron que podía entregarlo en mi ciudad en una dirección que, casualmente, está a 300 metros de mi trabajo, así que perfecto.

Me dirigí a esta dirección e intenté hablar con quien llevara el tema de Juegaterapia. «¿Cómo? ¿Eso que es? Aquí no sabemos nada de eso» Fueron las frases de la amable señora de recepción. Que si quería que la llevase y ya buscarían quien se encargaba del tema, pero ya me dio mala espina y decidí volver a contactar con ellos via mail. Hasta la fecha, no se si hace 2-3 semanas de estos últimos correos, ninguna noticia. Mi último intento ha sido via twitter, donde les he pedido que me sigan para contactar con ellos via DM ya que no responden a los mails. Pues nada, sigo igual, con mi consola embalada y en espera de poder entregarla a un proyecto en el que creo firmemente. Y podría llamarlos por teléfono y supongo que finalmente será lo que haga dentro de un par de días, pero estoy muy acostumbrado a gestionar las cosas via mail y creo que es una buena vía que, teniéndola, deberían aprovechar mas.

Y no quiero con esto decir que el proyecto sea malo o hablar mal de sus voluntarios. Empezando por que el concepto de voluntario ya dice mucho y tiene todo mi respeto y admiración, porque son gente que donan parte de su tiempo personal a un proyecto en el que creen si recibir nada a cambio, pero si quiero que este post, si llega a ellos, se entienda como crítica constructiva.

Se dice que al enemigo que se retira hay que tenderle puente de plata. Pues igualmente creo que en este caso deben tenderse puentes de plata a todo el que intente hacer su aporte. Si no facilitan algo tan importante como las donaciones a la gente que no esté en Madrid y pueda acercarse a la dirección que aparece en la web, habrá gente que, como yo, quiera ayudar y no pueda. Y eso me parece una auténtica pena. Porque es un proyecto interesante al que creo que todos los videojugadores debemos prestar atención y apoyo, pero igualmente espero que desde Juegaterapia puedan hacer algo para echar una mano a los que queremos ayudar de alguna manera.

Yo por mi parte seguiré guardando mi consola en la caja y volveré a intentarlo, porque al final quiero que acabe en manos de alguien a quien pueda hacerle feliz momentos muy duros. Pero seguro que mucha gente que lo intente no será tan insistente y al primer o segundo intento fallido decidan pasar por un Kash-Converter y la venda de segunda mano por 30 euros.

2 comentarios en «Crítica constructiva: Juegaterapia»

  1. Sólo puedo decirte que tengas un poco de paciencia. Al final, contactarán contigo. Por suerte, están teniendo tanta ayuda que las personas que lo llevan están sobrepasados.

    A mi tardaron un poco pero acabaron contestando y finalmente mi consola está en una casa de acogida para niños que viven fuera de la ciudad y necesitan pasar temporadas aquí, aunque sin necesidad de encamarse en hospitales.

    No desesperes y si quieres pasame tu mail en privado (a blog@dagarin.com) y se lo hago llegar para que te contesten lo antes posible.

    Un saludo.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.