Pereza

Pereza

Diez días llevo ya sin escribir nada por aquí. Bueno, 11. Ahí es nada. Yo, que escribía hasta varios post diarios y los programaba para que no se sobrecargara esto, y a hora llevo ya casi 2 semanas de vacío. Y no es que no pasen cosas, pero creo que me ha atacado el virus de la pereza total.

Quería hablar sobre la mierda de sistema educativo que tenemos en España, que hace que una persona que se merece estar estudiando esté a punto de quedarse un año en blanco. Buenas notas, buen examen, buen curriculum… pero parece que nada es suficiente. Gente con peores notas se queda con la plaza que ella, a mi entender se merece.

Quería hablar de una compañera que vuelve a estar embarazada y va a tener su segundo hijo para la próxima primavera. Motivo lo primero de una gran alegría, porque es una compañera a la que aprecio bastante, y luego de polémicas laborales, porque nos encontramos de nuevo ante el tema de tener que reorganizar la empresa para su próxima baja.

Quería hablar también de porqué ya no me siento informático. Me siguen gustando los ordenadores, cacharrear, programarlos, jugar con ellos, pero disto mucho de lo que antes era, que estaba al corriente de buses, micros, velocidades, cajas, discos duros, precios y, sobre todo, utilidades. El otro día, con unos viejos amigos, me encontré oyéndoles hablar y me parecía que lo hacían en chino. No me alegra ni me entristece, simplemente he tomado conciencia que dejo de ser ese informático que era hace unos años.

También tenía en mente postear sobre por qué tengo 4 cacharros de Apple: Ordenador de sobremesa, portátil, iPad e iPhone. Cada uno tiene su porqué. Todos son sustituibles por alguno de los otros, excepto el iPhone, que lo considero insustituible y una de las mejores compras de mi vida. El portátil podría sustituir al iPad y al iMac, pero tener los tres me da el juego que quiero. Ojo, dijo que quiero, porque necesitar solo necesito respirar.

Por cierto, que también quería hablar de que ayer estuve a punto de morir ahogado. Nunca me había pasado y lo pasé francamente mal. Eso que se te mete algo en la garganta y te impide respirar completamente. Y no había nadie para ayudarme. Y por suerte pude toser y expulsarlo, pero pensé realmente que me iba a morir de la forma mas tonta.

Y también de los graves problemas que tiene una compañera, que no conozco del todo porque ella misma se niega a contarlos, pero que está desembocando en una grave depresión que, de momento, no se está traando.

Y muchas otras cosas… pero al final, la pereza me puede. No me inspiro para bloggear. Supongo que todo pasará y volveréis a recibir mis palizas, pero será el otoño que me tiene atontado, que ni veo series en el iPad, que apenas juego con la consola, que ayer me tumbó en una siesta de 3 horas seguidas, totalmente impropio de mi. En fin, que lo mismo necesito algunas vitaminas o algo. No es desánimo ni depresión, simplemente solo me apetece ver el facebook, leer el reader y atontarme viendo la tele.

Pero aviso: Volveré 🙂

1 comentario en «Pereza»

  1. Muchas veces si que apetece pegarte no solo un dia asi sino todo el fin de semana asi, de la cama al sillon y del sillon a la cama. No tiene nada malo, a mi enterder, pegarse una cura de relax y vaguismo de vez encuando. A ver si te copio el domingo que viene y hago yo lo mismo. un saludo.

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