Horas Extras

Lo siento por Closto, pero hoy toca de nuevo hablar del trabajo. Un poco en general, un poco en particular. Hoy toca hablar de las horas extras. Tengo que reconocer que no me gustan nada las horas extras, creo que ya lo había comentado antes.

Ya he comentado que trabajar no es mas que una venta: vendes tu tiempo a cambio de dinero. Sencillo y simple, así hay que considerarlo. Por tanto, si a ti te pagan, por decir algo, 1.000 euros por trabajar 8 horas al día, es de pura lógica que si das mas tiempo debes recibir alguna compensación. Por tanto, se podría deducir que soy partidario de pagar las horas extras, pero no es así y me explico.

Cuando a ti te dicen «si echas 1 hora, te damos 10 euros mas», por desgracia se está fomentando la picaresca. ¿Quien garantiza al empresario que esa hora es realmente productiva? Puedes tranquilamente trabajar a un ritmo mas pausado y luego quedarte un par de horas mas para sacar un sobresueldo. No digo que todo el mundo lo haga, ni mucho menos, pero de todo hay y por desgracia sabemos que eso pasará. De hecho, lo he vivido en mi empresa cuando antes se pagaban las horas. He escuchado algún comentario en plan «pues me quedo un par de días esta semana y así saco dinero para…» lo que sea. No digo que fueran innecesarias o que ese tiempo no estuviera bien aprovechado, pero curiosamente cuando dejaron de pagarse esas horas ya nunca hacía falta quedarse para terminar el trabajo.

Para mi, el echar horas extraordinarias tiene que cumplir un par de requisitos:

1.- No pueden ser exigidas por el jefe, deben ser voluntarias por parte del trabajador.
2.- Deben ser absolutamente necesarias para terminar una tarea a tiempo o para hacer cosas que no pueden hacerse en horario normal.

Entiendo que estas circunstancias, en especial la segunda, deben ser apreciadas, valoradas y reconocidas por el jefe y, por tanto, debe recompensarlas. Al ser un esfuerzo extra y voluntario, fruto de la responsabilidad del trabajador, hay que reconocerlas y agradecerlas. El problema cuando se «tasan» y se les fija un precio es que ya la cosa no es tan clara. Si el jefe las ha tasado, no puede negarlas(o mejor dicho, debe) negarlas, pero creo que se la hace mas difícil valorar la necesidad de estas horas. Se convierte en una lucha y en un mercadeo que no me agrada.

Todo esto viene porque precisamente acaban de descontarme 4 horas extras (yo diría que 5, pero al fin y al cabo no me van a pagar ninguna, así que da igual). El otro día me quedé en la oficina trabajando en la hora de la comida y luego salí tarde por la noche. El motivo: estábamos finiquitando unas obras en la oficina y tenía que cambiar ordenadores de sitio, reinstalar, reconfigurar impresoras, verificar la red, perfiles móviles, etc… En definitiva, un trabajo que había que hacer si queríamos que el lunes la oficina estuviese operativa al menos en un 90% (siempre faltan retoques que hay que hacer sobre la marcha). Pues resulta que, aunque ahora se estén pagando esas horas extras que se echan, estas al parecer no son remunerables.

El motivo que me han dado (que no ha venido directamente de quien debe pagarlas pero si de quien las supervisa) es que se trata de «tareas internas» y que por eso no se pagan. ¿Tareas internas?¿Pero que tipo de excusa es esa? Es trabajo, sencillamente trabajo. Si no me hubiese quedado el lunes no hubiéramos podido trabajar hasta bien entrada la mañana. Estaba TRABAJANDO, no estaba bajando porno de internet. No lo entiendo.

Y esto guarda relación con lo primero que decía por la incapacidad manifiesta que algunos jefes parecen tener para reconocer el trabajo de sus empleados. Os puedo asegurar que si las horas extras no se estuvieran pagando, las hubiera echado igualmente. De hecho, creo que he pegado mas horas extras en mi empresa cuando no se pagaban que cuando han estado pagadas. Nunca he considerado eso una forma de ganar dinero. Como he dicho, hay que echarlas por responsabilidad, cuando son realmente necesarias. Pero en este caso, ya que se pagan, me toca las narices que a mi me las escatimen. No lo entiendo.

Por eso digo que preferiría que no hubiera una tarifa. Simplemente si el jefe ve que los trabajadores hacen un sobreesfuerzo (no fui el único el viernes pasado, fuimos unos pocos los que nos quedamos), debería tener la capacidad de recompensarlo. Una tarde libre, una pequeña gratificación, un pequeño detalle. Posiblemente saliera ganando. Si no se pagasen las horas y a mi a fin de mes me hubiera dado 50 euros por el esfuerzo, me hubiera sentido perfectamente y agradecido. Y he pegado mas de 5 horas, como el doble es lo que llevo pegadas este mes ya, pero ese reconocimiento hubiera sido suficiente.

En cambio, se produce todo lo contrario, no se valora económicamente ni «espiritualmente». Son trabajos internos, como si no tuvieran ninguna importancia y por eso no se pagan. Tremendo.

En fin, otro motivo mas para seguir decepcionado y dejando que los días pasen sin interés. Y digo eso y no lo cumplo, porque si lo cumpliera realmente, el viernes me hubiera ido a mi casa a mediodía a comer tranquilo y echar mis 15 minutos de siesta. Y no me hubiera quedado por la tarde/noche, pero bueno. Al fin y al cabo, a uno le puede el deber y la responsabilidad y a estas alturas no voy a cambiarlo,

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