Profesionalidad

La profesionalidad se puede ver en muchas cosas. En tomar interés por tu trabajo, en preocuparte de que salga lo mejor posible, en tomarlo como algo personal, en saber hacer tu trabajo correctamente… Sin embargo, hay algo que también demuestra profesionalidad para mi y es saber mantener separada la vida profesional de la personal.

Está claro que todos los trabajadores, ocupemos el puesto que ocupemos, somos personas antes que nada. Existe, aunque alguna gente lo dude, vida mas allá del trabajo. En alguna ocasión ya he dicho en este blog que hay que procurar que la vida laboral no interfiera en lo personal. No debemos dejar que las preocupaciones y/o malos rollos en el trabajo nos afecten cuando salimos por la puerta de la oficina. Una disputa con un compañero, cliente o jefe no debe hacernos llegar a casa malhumorados e impedirnos disfrutar de nuestros hijos, pareja o amigos. Sería una pena.

Pero el caso contrario tampoco debemos dejar que se produzca. Los compañeros de trabajo no tienen la culpa de ese atasco que nos hemos tragado antes de llegar, ni de esa pelea con tu marido/esposa, ni de que tu hijo haya suspendido matemáticas. Esta claro que somos personas y esas cosas nos afectan, pero en la profesionalidad de cada uno está el saber separar ambas cosas con una clara linea. Una vez crucemos la puerta del trabajo (hacia dentro o hacia fuera), cada mundo debe quedar estancado en su sitio. No es lógico que tenga que soportar malas caras o enfrentamientos con un compañero sin saber ni tan siquiera porqué. Simplemente a causa de una pelea o un mal trago que esté pasando en su vida personal. No es profesional.

Por desgracia, creo que hoy he vivido algo así. O al menos, espero que sea por alguna causa externa, porque de otro modo aún entiendo menos la mala tarde que he tenido que pasar. Desconozco el motivo por el cual ha llegado esa persona con ese enfado, pero por desgracia he tenido que sufrir sus iras. Y si no es algo externo, aún lo entiendo menos. Sea como sea, me ha parecido poco profesional, porque tanto si venía de fuera como si era causado por mi, no he recibido ninguna explicación mas allá de pasar una mala tarde.

Pero bueno, uno intenta hacer lo que predica, así que llego a casa, escribo este post tranquilamente porque me apetece compartir la experiencia y no dejo que me afecte al resto de la noche. Porque ya se pasan bastantes horas trabajando como para que estos ratos de ocio no se puedan disfrutar con tranquilidad.

3 comentarios en «Profesionalidad»

  1. Uau. Menuda fuerza de voluntad que tienes. Yo intento controlarme, pero en casa siempre termino soltando mis penas y alaridos, sobre todo desde que estas semanas no han sido las mejores de mi vida. También es cierto que en el trabajo/estudio separo mejor mi vida personal pero, ¡vaya!, qué capacidad y qué fuerza tienes.

  2. Yo soy un poco extraño en este caso. En el aspecto profesional (trabajo), no dejo que nada de lo que llevo de fuera entre, por muy amargado, aburrido o cansado que esté. Siempre he puesto mi mejor sonrisa y no he ido con mis penas a nadie en ese sentido.

    Sin embargo, reconozco que en la vida académica o familiar sí que me afecta mucho más todo lo que viene de fuera, no me pasa como en el trabajo que me olvido un poco y listos, sino que me cuesta más si estoy condicionado por algo. Curioso, ahora que lo pienso.

    Un saludo.

    P.D.: Lo ideal sería que nada de otro terreno nos afectase en ninguno de nuestros campos personales, pero creo que somos seres humanos y es inevitable.

  3. Hombre, por desgracia no lo consigo del todo y como bien decís es curioso que acabo compartiendo mas los malos rollos laborales con el resto de mis amigos/familiares que mis malos rollos personales con el entorno laboral.

    Eso si, procuro que sea comentarlo y hablarlo, sin que llegue a afectarme y hacerme perder buenos momentos con la gente que me importa por culpa de las movidas del trabajo.

    Saludos.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.