Noche de Halloween en Gran Hermano

El pasado jueves fue la tradicional noche de Halloween en la casa de Gran Hermano. Como sabréis si sois seguidores del programa, es el especial que hacen todos los años desde que se emite en otoño (que las primeras ediciones fueron en primavera-verano), en la que se dedican a dar sustos a los habitantes de la casa. Montan un «pasaje del terror», donde se disfrazan algunos actores y, especialmente, los pringan a todos de sangre artificial y pringues varios.

Y no puedo evitar reflexionar un poco sobre este tema, porque realmente este tema de los sustos y el terror es algo que me alucina. Viendo la gala el otro día, no podía dejar de impresionarme por varios motivos. Por un lado por las quejas de los concursantes cuando los pringaban. A ver, que ya sabéis que se trata de la noche del pringue-terror. No os pongáis el traje de fiesta, id en chandal y zapatillas como hace cualquier hijo de vecino cuando sabe que va a hacer algo que, inevitablemente, implique mancharse.

Por otro lado, me resulta difícil creer que gente de 20, 30 y casi 40 años sigan asustándose por ver a un actor en una habitación oscura disfrazado de loco y con sangre (falsa, claro) en la boca. Si es que no entiendo este tipo de terror, pero funciona. Hace tiempo recuerdo que, hablando de cine, un director decía que era muy sencillo dar un susto a los espectadores de una película. Bastaba con mantener unos minutos un ritmo tranquilo en la película y, de repente, meter un sonido fuerte y un primer plano de algo tenebroso. Ese es el susto sencillo. Todos nos asustamos si escuchamos un sonido fuerte, es normal. No tiene misterio. De ahí a crear una ambiente terrorífica y mantener ese miedo, no el susto momentáneo, un buen número de minutos hay una gran diferencia.

Lo del jueves era básicamente ese ejercicio sencillo. Provocar un par de sustos a cualquiera de los concursantes de la casa. Es fácil y efectivo, pero hay cosas que no entiendo. El ejemplo mas brutal fue el de una mujer que, si no recuerdo mal, tiene casi los 40 años. Era sencillamente incapaz de entrar en el pasillo que estaba preparado para esos sustos. Tenía pánico. Y yo no dejo de preguntarme: ¿Pánico a que?. A ver, alma de cántaro ¿que piensas que va a suceder ahí dentro? No hacía mas que decir que cuidaran de su hija si le pasaba algo. ¿Como? ¿Algo? ¿¿¿¡¡¡QUE QUIERES QUE TE PASE!!!???

Habría que recordarle a esa chiquita mediante un arduo trabajo psicológico, que está en la casa de Gran Hermano, un programa de TV que ven un puñado de millones de personas. ¿Acaso piensa que van a rizar mas el rizo y van a emitir el primer asesinato en directo? Hija de mi corazón, que no te van a cortar una pierna, ni darte un mordisco en la yugular, ni sacarte los ojos… Lo único que va a pasar es lo de todos los años: tres sustos y bastante pringue para que la gente vea como pasas de ir divina de la muerte a nominar a salir ridículamente vomitada hasta el culo.

No se como se puede ser tan ingenuo, inocente o imbécil, no se ni como llamarlo. Pero mientras haya gente así, cada año Gran Hermano tendrá su filón particular haciendo que millones de personas se rían de las tonterías de unos pocos. Eso si, quien se ría, porque a mi personalmente me daba vergüenza ajena salvo un par de concursantes.

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